La zoonosis es un término que hace referencia a aquellas enfermedades que son transmitidas de animales a humanos.
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Considerando el papel que hoy en día cumplen las mascotas en el núcleo familiar, el no tener los cuidados necesarios puede derivar en que estas se vuelvan portadores de infecciones. Lo que representa un riesgo tanto para ellas como para aquellos con los que tiene contacto.
Este tipo de enfermedades pueden ser causadas por patógenos como virus, bacterias, parásitos, y hongos. En el caso de los perros y su saliva, le contamos qué tipo de afecciones pueden producirse por esta vía y cómo evitarlas, según algunos expertos veterinarios.
Si bien la leptospira suele propagarse a través del agua contaminada o el contacto con la orina de un sujeto infectados, los fluidos bucales supongan un riesgo de contagio.
Los perros que contraen esta bacteria pueden mostrar fiebre alta, ictericia y deshidratación. En humanos, los síntomas pueden ir desde fiebre y dolores musculares hasta infecciones graves en riñones.
Para detectar esta patología, hay que analizar la sangre del animal y buscar anticuerpos específicos contra la leptospirosis. Para evitar contraerla, se recomienda mantener una buena higiene y evitar el contacto con agua estancada.
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Los parásitos Giardia intestinalis pueden transmitirse a través de la saliva si los perros lamen sus zonas anales y luego nuestras manos o rostro. Aunque en algunos casos puede ser asintomática, la diarrea mucosa o acuosa puede ser un síntoma.
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Existe una bacteria conocida como Pasteurella multocida que está presente en la boca de los perros. Al entrar en contacto con heridas, puede generar una infección, afectando a la piel y a los tejidos blandos.
Uno de los aspectos a los que hay que prestar atención respecto a esta patología es su periodo de incubación, que en algunos casos alcanza los seis meses. Es decir, un can infectado puede propagar el virus mucho antes de presentar síntomas.
Los síntomas en humanos incluyen miedo al agua, cambios en el estado de ánimo, fiebre, náuseas, vómitos, espasmos musculares y en fases avanzadas, parálisis y muerte. En perros, los signos abarcan desde agresividad hasta convulsiones y ataxia.
En este caso, la vacunación es crucial.
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De acuerdo con la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (Avma, por sus siglas en inglés), una buena forma de reducir el riesgo de contraerlas es manteniendo hábitos de higiene y medidas preventivas. Esto teniendo en cuenta que en muchos casos los síntomas pueden no ser visibles en las mascotas.
Entre las recomendaciones que brinda el organismo se incluyen: lavarse las manos con jabón y agua, mantenerla saludable y limpiar los desechos de su mascota de forma adecuada.
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