El ritual de la ducha diaria es un factor esencial en el cuidado personal. Por eso los especialistas dieron a conocer la primera parte del cuerpo que debería lavarse una persona en este contexto, y así garantizar la limpieza completa de la piel y el cabello.
Si bien el orden en el que se lava puede depender de varios factores, como sus preferencias personales, el tipo de productos que usa y qué tan sucio se encuentre, el debate sobre si hay un método más adecuado sigue abierto.
En este marco, el dermatólogo Sergio Alique García, de AIP Clinic, brindó algunas recomendaciones para optimizar la eficacia del baño y garantizar el cuidado de la piel.
¿Qué nos debemos lavar primero?
El médico aconseja comenzar la limpieza desde la parte superior del cuerpo hacia abajo, iniciando el lavado con el cabello. Lo primero que se debe hacer es aplicar el shampú, dejarlo actuar y luego enjuagarlo. Si se utiliza acondicionador, debe aplicarse a continuación.
El especialista señala que mientras el acondicionador actúa en el cabello, puede aprovecharse ese tiempo para lavar otras partes del cuerpo con jabón, en un orden descendente: comenzar por el cuello, luego los hombros y brazos y, finalmente, bajar hacia las piernas.
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Hay personas que deben bañarse con más frecuencia debido a que su cuero cabelludo es grasoso.
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Otras zonas importantes
Es importante no pasar por alto las áreas que tienden a acumular más microorganismos, como los tobillos y los pies. En este sentido, García advirtió que estas zonas suelen recibir menos atención durante la ducha, pero son cruciales para una limpieza completa, ya que un baño cuidadoso allí puede ayudar a prevenir infecciones y malos olores.
Además, el dermatólogo indicó que algunos ingredientes presentes en champús y acondicionadores podrían no ser beneficiosos para la piel y pueden causar problemas como brotes en la espalda o en el escote debido a la obstrucción de los poros.
Para evitar este tipo de reacciones es fundamental enjuagar bien el cuerpo después de usar estos productos para evitar residuos que puedan afectar la piel.
El experto remarcó que seguir este orden a la hora de bañarnos no solo garantiza una limpieza adecuada, sino que también contribuye a un uso más eficiente del agua.
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¿Bañarse todos los días puede ser contraproducente?
Según un estudio de la Universidad de Harvard, el exceso de duchas tiende a eliminar los aceites naturales de la piel y provocar sequedad, irritación y aumentar la susceptibilidad a infecciones.
Al mismo tiempo, el uso diario de agua caliente y productos químicos, como jabones y champús, puede atentar contra la barrera cutánea al perjudicar su capacidad para retener humedad.
El estudio señala que la piel “normal y sana” mantiene una capa de grasa que abastece a las células y un equilibrio de las bacterias, por lo que lavar y enjabonar con agua caliente diariamente lleva a eliminar todas estas partículas y puede causar severos riesgos para la integridad física.
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