Hay quienes dicen que más pronto que tarde podría estallar una Tercera Guerra Mundial. Una preocupación latente que se ha visto motivada por las crecientes tensiones geopolíticas.
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Aunque hablar de las probabilidades de que se desencadene un conflicto de este tipo es muy precipitado, pues es un escenario que aún se mantiene lejano, abordar los factores que servirían de detonante puede servir para hacerse una idea de lo que podría pasar.
Con eso en mente, le preguntamos a la inteligencia artificial cuáles serían las posibles causas de que en algún punto en el futuro se vuelva a producir una conflagración a gran escala.
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Los motivos
De acuerdo con la IA, los conflictos geopolíticos en regiones críticas podrían ser un desencadenante. Algunos de los puntos calientes que menciona incluyen las disputas territoriales en el mar del sur de China, la rivalidad entre China y Estados Unidos, y la situación de Taiwán.
La herramienta también señala que, si se llegaran a intensificar los conflictos en Europa del Este, o si otros países se vieran implicados, podría haber una escalada que involucre a múltiples naciones. Otro escenario que plantea es que se detone un conflicto regional que arrastre a otras potencias externas producto de la persistencia de tensiones entre Irán, Israel y los países árabes.
Pero, ese no es el único factor que podría detonar el conflicto. La IA señala que la expansión de arsenales nucleares, como el de Corea del Norte, o una potencial proliferación nuclear en otros países podría aumentar el riesgo de un conflicto con consecuencias devastadoras.
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Además, el uso de ciberarmas y ataques informáticos que afecten infraestructuras críticas podría escalar rápidamente si un país lo interpreta como un acto de guerra.
Por esa misma línea, la herramienta menciona que la lucha por el control de recursos estratégicos como el agua, los minerales raros o la energía podría generar conflictos, especialmente en un mundo donde el cambio climático y el crecimiento demográfico ponen una presión adicional.
"El mundo enfrenta tensiones crecientes que podrían desencadenar un conflicto bélico global, aunque los mecanismos de disuasión aún son fuertes. Sin embargo, la combinación de avances tecnológicos, la proliferación de armas y el debilitamiento de las instituciones internacionales hace que la preparación para enfrentar un conflicto global sea incompleta e incierta", concluye la plataforma.
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