Faltan menos de dos días para que los mejores atletas del mundo se de cita en París para la edición número 30 de los Juegos Olímpicos, en uno de los eventos más esperados, ya que es el homenaje y puesta en escena de quienes durante los últimos cuatro años han luchado con todo lo que tienen para llegar a las competencias de las 40 disciplinas en las que se decidirá quiénes son los deportistas que se bañen en oro.
Desde su implementación oficial en Atenas 1986, cuando se celebró la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos, han sido muchos los participantes, pero pocos los que han dejado huella en las 29 justas que se han llevado a cabo. Vale la pena resaltar que aunque haya habido 32 ciclos de cuatro años, hay tres casos (1916, 1940, 1944) en los que no se han celebrado por las guerras mundiales.
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También hay que tener presente que si bien los Olímpicos operan con un sistema de medallas muy conocido de oro, plata y bronce, para el primer, segundo y tercer lugar, respectivamente, hay un podio especial para quienes marcan líneas difíciles de superar, a las cuales se les llama, popularmente, récords.
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10 hazañas históricas
Dicho de una forma simple, los récords son logros máximos alcanzados en diversas disciplinas deportivas, representando las mejores marcas o tiempos registrados oficialmente. Estos pueden ser mundiales, continentales, nacionales o personales y sirven como referencia de excelencia, lo cual motiva a los deportistas a superarse constantemente para grabar su nombre en la historia.
En este sentido, en los registros del Comité Olímpico Internacional, actualmente están las historias de grandes como Usain Bolt, también conocido como el ‘hijo del viento’, quien es sinónimo de velocidad y dejó al mundo boquiabierto al establecer récords en los 100 y 200 metros planos, con tiempos de 9,58 y 19,19 segundos, respectivamente, en el Campeonato Mundial de Berlín 2009.
En la lista de las hazañas históricas también está Michael Phelps, el "Tiburón de Baltimore", que pasó a la historia como uno de los mejores nadadores olímpicos de la historia. Con 23 medallas de oro, 3 de plata y 2 de bronce entre 2004 y 2016, su dominio en la piscina es inigualable. Este gigante del agua no sólo acumuló preseas, sino que inspiró a una generación de nadadores con su capacidad para superar obstáculos personales.
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Entre las mujeres, una de las primeras a destacar es Florence Griffith-Joyner, conocida como "Flo-Jo", quien dejó una huella imborrable en la historia del atletismo con su récord de 10,49 segundos en los 100 metros planos en 1988; aunque no se puede pasar por alto a Simone Biles, la deportista que revolucionó la gimnasia con su talento y su fortaleza mental, tras ganar cuatro campeonatos mundiales consecutivos, gracias a su habilidad para realizar movimientos que antes se consideraban imposibles.
Juegos Olímpicos de París.
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En los anaqueles del COI también se encuentra el salto de longitud de Bob Beamon en los Juegos Olímpicos de México 1968, que para muchos expertos sigue siendo legendario, puesto que alcanzó los 8,90 metros, y con esto, además de pulverizar el récord anterior, estableció una marca que duró vigente por más de 23 años.
En esta lista también hay que mencionar a Jesse Owens, con sus cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, ya que en ese momento no sólo dominó el atletismo, sino que también desafió las teorías de superioridad racial de la época. Su impresionante rendimiento en una atmósfera cargada de tensiones políticas y raciales lo convirtió en un héroe tanto dentro como fuera de la pista.
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Si bien son pocos los que llegan a este nivel, entre los récords también están Larisa Latynina, la gimnasta soviética que se convirtió en leyenda tras ganar 18 medallas olímpicas; Paavo Nurmi, el "Finlandés Volador", dominó las pistas de media y larga distancia en los años 20, acumulando nueve medallas de oro y Carl Lewis, quien con su elegancia y potencia, ganó nueve oros olímpicos, destacándose especialmente en el salto de longitud y los 100 metros.
