La variedad de climas, paisajes e influencia de migrantes, ha permitido que Estados Unidos desarrolle una industria vinícola variada y competitiva, en especial en California en donde se produce el 85% del vino de todo el país. La privilegiada ubicación geográfica de este estado, bañado por el océano Pacífico, aunado a las características particulares de sus suelos, le imprimen a sus viñedos variables especiales y únicas, dando como resultado, vinos con notas balanceadas, intensos sabores frutales y amables, incluso para aquellos paladares poco acostumbrados a esta bebida.
(Mercado del vino mueve en el país US$300 millones).
Vinos como Cabernet, Chardonnay, Pinot Noir, Pino Grillo, Merlot o el emblemático Zinfandel, característicos de Napa Valley Sonoma y Mendocino, el renombrado Syrah o Garnacha típicos de la Costa Central y los apetecidos espumosos, con sus notas dulces afrutadas, que se encuentran a lo largo y ancho del estado, entre muchos otros, hacen parte de la gran oferta que Estados Unidos tiene disponible en Colombia.
A continuación algunas referencias y tips que lo pueden guiar a la hora de escoger un vino.
Chardonnay: Dentro de los vinos blancos californianos, este es uno de los más conocidos. Sus sabores pueden variar entre frutales con notas dulces, hasta ricos aromas de vainilla, cítricos o mantequilla. Su característica acidez refrescante lo hace ideal para acompañar carnes de rápida cocción como pollo, pavo o salmón.
Cabernet Sauvignon: Vino tinto de colores rojos intensos, con notas que van desde aromas frescos, fruta madura, vainilla, chocolate, hasta tostado. Este tipo de vino californiano es ideal con quesos fuertes como el azul, chocolate amargo o carnes con sabor robusto, como rojas marinadas o a la parrilla.
Si es amante de los vinos tintos y aprecia el carácter de esta bebida, no deje de disfrutar un Merlot californiano, reconocido por sus aromas afrutados y destellos de hierbas, el cual puede estar al mismo nivel de un Cabernet Sauvignon.
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Pinot Noir: Este vino tinto californiano se caracteriza por sus tonos claros, gracias a la baja presencia de taninos. Sus jugosos sabores de cereza y notas florales hacen de este vino uno delicado, sutil y refrescante, ideal para cualquier tipo de comida o, simplemente, para saborear más de una copa.
Vinos rosados: Este tipo de vinos con notas siempre dulces, varía su sabor e intensidad, desde refinados y delicados, hasta secos y brillantes. En nuestro país, el white zinfandel es muy apreciado, al ser un vino especialmente refrescante y noble con el paladar.
Espumosos: Su ligera acidez y burbujas estallan dentro del paladar, acentuando el sabor de cualquier acompañamiento, incluso postres.
