En los últimos años, el uso del hidrógeno ha cobrado mayor relevancia debido a su flexibilidad y capacidad para la descarbonización de diferentes usos de energía intensiva. En la actualidad, se están explorando posibilidades para su producción y almacenamiento a gran escala, y se están llevando a cabo proyectos piloto en Colombia para la implementación de vehículos propulsados por hidrógeno.
De hecho, de acuerdo con Mauricio Acevedo, Energy Business Leader para el Sur de las Américas de Arup, una compañía con base en Londres que presta servicios de consultoría y diseño en diversos campos de la ingeniería, la planificación y la consultoría técnica, en este momento están desarrollando proyectos de la mano de sus clientes para utilizar el hidrógeno en procesos de calefacción, como combustible para proyectos a gran escala, para la descarbonización del transporte y para la producción de combustibles sintéticos, amoníaco o fertilizantes, por lo cual, se prevé que estas aplicaciones sigan aumentando en el futuro.
El papel de Arup, es el de validar que la tecnología sea sólida y correcta en cuanto a los procesos de producción actuales, y que las estimaciones teóricas se lleven a la producción de una manera adecuada, integrando la producción con el resto del sistema y la cadena de valor del hidrógeno.
“En términos generales, vemos que hay cada vez más pilotos en marcha, mucha ingeniería conceptual, y mucho pensamiento en las aplicaciones para el uso del hidrógeno y como prepararnos para potenciar su desarrollo futuro. Si queremos convertirnos en un país exportador de hidrógeno, tomará algún tiempo”, dijo Acevedo, añadiendo que algunos de los desafíos son en materia de infraestructura y fuentes de energía competitivas, pues el peso de la electricidad o energía necesaria para producir hidrógeno puede llegar a representar el 70% del costo nivelado de producción, lo que significa que no solo es un proyecto de producción de hidrógeno, sino también un proyecto de integración de infraestructura a mayor escala.
En línea con lo anterior, para Acevedo, es vital entender sus aplicaciones y la integración de los diferentes componentes para asegurarse de tener un proyecto viable hoy y en el futuro cercano.
Panorama del hidrógeno en Colombia
De acuerdo con la firma de ingeniería especializada, Arup, Colombia tiene oportunidades específicas, pero también necesidades puntuales a corto plazo, como las generadas por la escasez de fertilizantes a nivel global y también de los altos precios logísticos observados desde la pandemia, por lo que debe haber esfuerzos guiados para madurar estos proyectos de una manera estructurada y adecuada.
Según Acevedo, no solo se debe pensar en producciones de hidrógeno a gran escala, sino que también es posible aprovechar la oportunidad de integrarse en la cadena de fertilizantes con productos como el amoníaco, que se importan para satisfacer la demanda interna que existe. “Hay una demanda de fertilizantes que puede apalancar proyectos piloto a corto plazo, complementando los pilotos para alimentar hidrógeno en las líneas de gas natural o en las refinerías, buscando reducir las emisiones de carbono relacionadas con la producción de combustibles fósiles”, añadió.
Además de estos usos, se pueden explorar aplicaciones en el sector transporte para largas distancias, por ejemplo, desde las costas hasta el interior de Colombia, siendo este un objetivo a mediano plazo, mientras que el desarrollo tecnológico y otras aplicaciones sigan su curso de desarrollo a gran escala.
“Estos proyectos pueden suceder en un menor plazo y no solo serán beneficiosos para Colombia en su proceso de apropiación de la tecnología y la aplicación del hidrógeno, sino que también serán medidas sostenibles que apoyan la reducción de emisiones en el sector transporte y de logística, así como el apoyo a los negocios agrícolas en el caso de la producción de fertilizantes, fortaleciendo la posición de Colombia frente a la región”, puntualizó.
Arup, presente en más de 140 países, busca acompañar el desarrollo de iniciativas de hidrógeno y fomentar soluciones sostenibles en Colombia y en la región, desplegando su capacidad local y experiencia global apoyando a sus clientes para establecer confianza y colaboración entre las partes interesadas y garantizar viabilidad de los proyectos puesto que, en última instancia, la adopción del hidrógeno como solución sostenible requerirá un enfoque integrado y colaborativo.
