Ni siquiera el ánimo de aportar al medio ambiente motiva a los colombianos para aceptar un aumento en el precio de la gasolina.
(Precios de la gasolina seguirían golpeando el costo de vida en el país).
Así lo indica una consulta hecha por la firma Bain & Company, que muestra que el 63% de los colombianos no estarían dispuestos a pagar más por el precio de la gasolina con el fin de cuidar el planeta.
En su análisis, Bain & Company resalta que aunque el 78% de los consumidores nacionales declaran estar preocupados por el cambio climático, existe una oposición generalizada a pagar más para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y es que hoy en día la transición hacia energías limpias está impulsando a que en diferentes países del mundo y de la región se formulen políticas tributarias que incentiven la reducción del uso de combustibles contaminantes.
(Así está compuesta la fórmula del precio de la gasolina en Colombia).
Sin embargo, se muestra en el “Latam Consumer and Shopper Update” de Bain & Company, que más de la mitad de los consumidores de Colombia no estarían dispuestos a pagar un precio mayor por la gasolina para proteger el medio ambiente.
Esto, pese a que el 78,6% de la población está preocupada por las consecuencias del cambio climático.
“En Colombia podemos observar un comportamiento muy particular, pues a pesar de declarar que están más inquietos por el calentamiento global, existe una fuerte oposición hacia medidas económicas que tengan como finalidad reducir las emisiones de gases de efecto invernadero", indicó Diego Santamaria, socio de Bain & Company.
(Precio del diésel empezaría a subir cuando baje la inflación).
Para el directivo, "esto implica un reto para el gobierno y las empresas, pues conlleva a construir una estrategia que garantice una mejor adaptabilidad a las condiciones naturales sin generar una mayor resistencia social”.
Esta realidad, sin embargo, la firma llama la atención en que este punto de vista de los consumidores no es exclusiva del mercado colombiano, pues al revisar las cifras en toda América Latina, el porcentaje de rechazo al incremento en los precios de los combustibles aumenta hasta un 72%, lo que configura un panorama desafiante para el continente a la hora de cumplir sus metas asociadas a la disminución de la huella de carbono derivadas del uso de combustible.
En consecuencia, a juicio de los expertos de Bain, "es indispensable que tanto desde el sector público como privado, se adopten medidas consensuadas con la comunidad para la consolidación de una mayor resiliencia ambiental".
Esos esfuerzos se deben dirigir a "construir acciones que a mediano y largo plazo posibiliten la reducción progresiva de emisiones de sustancias nocivas hacia la atmósfera, sin impactar directamente en la economía de los hogares que se han visto afectados por la inflación a nivel mundial".
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