La diáspora de venezolanos hacia Colombia, que hoy por hoy tiene a casi un millón de personas de ese país en territorio nacional, pondría en jaque el empleo de los trabajadores colombianos.
Un estudio hecho por el centro de estudios Anif concluyó que la mayor oferta de mano de obra del país vecino se podría traducir, a finales de este año, en que la tasa de desempleo en Colombia quede en el rango de 10% y 11%.
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En plata blanca, esto se traduciría en que unas 300.000 personas pierdan su empleo, y el país volvería a niveles de doble dígito de desocupación, aunque esto no sería lo único. La migración venezolana también le pasaría factura a la formalidad, si se tiene en cuenta, según Anif, que esta “podría caer desde el 42,9% de la población económicamente activa –observado al cierre de 2017– hasta 42% y 42,5% en los próximos años, deteniéndose las ganancias logradas con la Ley 1607 del 2012 (exoneración de aportes de nómina de las empresas) y la propia gestión de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales)”.
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De allí que el centro de estudios le planteara al Gobierno tomar acciones, en el sentido de agilizar los trámites migratorios y “evaluar la posibilidad de ampliar los mecanismos de capacitación laboral técnica (por ejemplo, a través del Sena) a un porcentaje de la población de inmigrantes venezolanos”, lo que podría darle un respiro a los puestos de trabajo de ciudadanos colombianos.
PYMES NACIONALES
Asimismo, otro factor que cobra relevancia es la contratación que vienen haciendo empresas nacionales de la mano de obra venezolana, que en muchos casos es hecha por fuera de los requisitos legales, como el no pago de aportes a seguridad social.
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De hecho, según la Gran Encuesta Pyme del primer semestre del 2018, también hecha por Anif, encontró que aproximadamente uno de cada cinco micro y pequeños empresarios ha contratado venezolanos durante el último semestre, siendo la industria la de mayor registro.
Adicionalmente, “al indagar sobre los salarios que devengan los inmigrantes venezolanos, cerca de un tercio de los encuestados en los tres macrosectores reportó pagar menos a los inmigrantes que a sus pares colombianos (27% en industria, 31% en comercio y 36% en servicios)”, explicó el centro de estudios.
Lo anterior podría mitigarse con la propuesta hecha por Anif de agilizar los trámites y abrir mecanismos de capacitación, aunque también tendría implicaciones: “Podría atenuar el efecto negativo sobre el mercado laboral, pues estas son condiciones que los empresarios pyme han puesto para considerar la contratación de inmigrantes venezolanos en el corto plazo”.
Por su parte, Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, señaló hace unos días que aunque se debe acoger a esta población –vulnerable por la coyuntura en el país vecino–, insistió que se debe buscar ayuda a través de cooperación internacional, con los diferentes organismos multilaterales.
DESEMPEÑO DE LAS PYMES
Según Anif, las pymes de los tres macro-sectores encuestadas reportaron un comportamiento favorable de su situación económica y mantuvieron estables sus expectativas sobre el desempeño de corto plazo en la medición del primer semestre de 2018. “Esto se reflejó en que el Indicador Pyme Anif (IPA) se expandió de manera significativa frente a la medición anterior (61 vs. 54 de 6 meses atrás), regresando al plano de “buen” desempeño económico. La recupera- ción de las percepciones de las pymes a nivel nacional estuvo en línea, en gran medida, con el desempeño macroeconómico de los sectores”, concluyó el centro de estudios.
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