Una mayor inversión en vías e infraestructura, telecomunicaciones, facilidades tecnológicas y educación, hacen parte del menú de propuestas que los banqueros plantearon en la Convención Bancaria para mejorar la competitividad y ayudar a disminuir la pobreza y desigualdad.
(Lo que propone Bancolombia para evitar sobreendeudamientos).
En el panel ‘Competitividad sectorial y el sector financiero’, Ana Fernanda Maiguashca, presidente del Consejo Privado de Competitividad; Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia; Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente de Grupo Aval; Javier Suárez, presidente de Banco Davivienda, bajo la moderación de Francisco Miranda, director de Portafolio, debatieron sobre los retos del país en este tema.
Todos coincidieron en que el sector financiero tiene un rol fundamental no solo para irrigar crédito a las regiones apartadas, sino también a los pequeños productores para que puedan desarrollar sus actividades y en el que deben concentrarse los esfuerzos.
Maiguashca dijo que “este es un país que tiene enormes retos en términos de productividad” y agregó que Colombia no está logrando impulsar la economía en términos de su capacidad de seguir creciendo y advirtió que: “No hay política social si no hay política de competitividad y productividad”.
(Fijan tres alertas para evitar que el crédito se deteriore).
Según Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, para mejorar la competitividad es clave hacer visibles a los millones de pequeños negocios y productores que por culpa de la alta informalidad no existen.
“Necesitamos que muchas más personas tengan oportunidades, sobre todo las de las regiones, y esto se logra a través del crédito, con garantías estatales, donde entidades como el Fondo de Garantías Agropecuarias y el Fondo Nacional de Garantías, son claves”, dijo el directivo.
Javier Suárez, presidente de Davivienda, dijo que Colombia ha tenido logros en competitividad, pero hay que avanzar más y recordó que la entidad que preside adelantó un piloto en Concepción, municipio antioqueño, “que permitió eliminar el efectivo de las transacciones diarias de las personas, lo cual, sin duda, es un gran avance en el acceso a los medios de pago en el país un factor fundamental para generar bienestar y competitividad”.
Suárez insistió que en ese camino no hay que aflojar, pues queda un terreno por recorrer, pero para ello se requiere conexión en todo sentido, para que el sector financiero pueda apoyar aún más al campo, a los micro, medianos y pequeños productores.
(‘Open banking’, más allá de compartir los datos).
“La conectividad digital es clave para llegar a esos lugares apartados, pero otro elemento fundamental tiene que ver con el desarrollo de vías y más infraestructura, pues se necesita conectar al país en lo digital, pero también en materia terrestre”, preciso.
Bajo esta línea se pronunció Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval, quien inicio su intervención manifestando su desacuerdo con quienes creen que el sector financiero “es un parásito que le chupa desarrollo a los sectores agrícola e industrial”. “A esos quienes piensan así les digo que es todo lo contrario, que este es la espina dorsal de la economía colombiana”.
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Y para ratificar que eso es así, preciso que el sector financiero contribuye a la productividad y la competitividad del país, a través del ofrecimiento de créditos, el acertado manejo del ahorro de los afiliados a los fondos de pensiones y cesantías y la inversión en el desarrollo de infraestructura.
“Contribuciones a obras filantrópicas de primer nivel, como el Centro de Tratamiento e Investigación del Cáncer (CTIC), sin duda contribuyen también a afianzar la competitividad del país”, puntualizó.
Agregó, que de los cerca de $600 billones prestados por el sector financiero, casi $150 billones han sido prestados por los bancos Aval. “Son palancas de crecimiento, productividad y competitividad de miles de empresas y millones de colombianos”.
PORTAFOLIO
