El petróleo y el gas no solo hacen parte del grupo de hidrocarburos que permiten garantizar la seguridad energética del territorio nacional, sino que también cumplen un rol clave dentro de su desarrollo económico.
No obstante, la caída que han venido registrando las reservas de estos recursos en los últimos años han hecho que se cuestione el impacto que esto podría representar para las finanzas del país.
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Precisamente, el contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, se refirió al peso que tiene esta industria en la economía, así como a sus aportes en términos de regalías.
Para hacerse una idea, en promedio los campos de petróleo líquido en el país pagan 10% de regalías y los campos de gas pagan 12% de los volúmenes producidos. En 2023, esto representó, en promedio, $255.525 de regalías por un barril de crudo y $126.653 por uno de gas.
Así las cosas, en total, las regalías derivadas del sector de hidrocarburos se ubicaron ese año en una cifra cercana a los $9 billones.
"La medida favorita de los economistas de actualidad es comparar con Reformas Tributarias, entonces las regalías petroleras (nótese que no estamos incluyendo Carbón ni otros minerales que también pagan regalías) contribuyen lo mismo que una y media reformas tributarias", explicó Rodríguez.
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Gas natural y petróleo
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De acuerdo con el funcionario, lo anterior implica que a medida que se agoten estos recursos se tendría que pensar en reformas tributarias cada vez "más agresivas". Un futuro que, a sus ojos, "el país debe evitar".
En ese sentido, también señaló que cuando se dan casos como la suspensión de la actividad exploratoria en el pozo Sirius (antes Uchuva 2) se están reducciendo las fuentes de recursos. Esto no solo en términos monetarios, sino también en lo que se refiere a garantizar la seguridad energética.
"Lo que vemos, desde la Contraloría, es una fuente menos de recursos y que se reducen los tiempos disponibles, ya de por si apretados, para evitar la importación masiva de gas, para evitar apagones en épocas de baja hidrología, para evitar mayor endeudamiento o como ocurre actualmente, para evitar que el parque automotor de gas no cuente con el combustible para movilizarse", destacó.
Rodríguez también advirtió que, pese a que las regalías se vislumbran como un monto significativo, estos recursos no son aprovechados de manera eficiente. Un comportamiento influenciado en gran parte por la deficiencia en la estructuración de proyectos.
"A pesar de la disponibilidad de estos fondos, cercanos al 3,5% del PIB, la realidad es que muchos territorios aún enfrentan desafíos significativos en cuanto a desarrollo económico, infraestructura y bienestar social", añadió.
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