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Finanzas

01 sept 2024 - 7:31 p. m.

¿Importa el mercado laboral en la política monetaria?

El objetivo principal de la política monetaria es conducir la economía hacia un nivel en donde opere a máxima capacidad.

Trabajadores

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01 sept 2024 - 7:31 p. m.
Bibiana Taboada Arango
Mauricio Villamizar Villegas

Una de las críticas más recurrentes a los bancos centrales es que no les interesa el mercado laboral. En Colombia, diferentes sectores cuestionan que las decisiones del Banco de la República solo tienen en cuenta consideraciones sobre la inflación y que dejan de lado cualquier implicación sobre el empleo. Sin embargo, por definición, el estudio de la situación del mercado laboral siempre está inmerso en los análisis de política monetaria.

(Lea: Cómo va el crecimiento de la economía colombiana en comparación con otros países). 

En el largo plazo, la economía converge a niveles de pleno empleo y crecimiento sostenible solo cuando hay estabilidad de precios. En otras palabras: la estabilidad de precios es el medio para conseguir el objetivo principal y punto de llegada de la política monetaria que es, precisamente, conducir la economía hacia un nivel en donde esta opere a máxima capacidad.

Comencemos por explicar cómo se relaciona lo que ocurre en el mercado laboral con la estabilidad de precios. En primer lugar, los niveles de empleo están asociados con la capacidad de gasto de los hogares y con la demanda de bienes y servicios en la economía. En segundo lugar, los salarios de los trabajadores son costos que las empresas deben asumir y que se transmiten a los consumidores en los precios finales.

(Vea: Los modelos y las marcas de vehículos más vendidos en Colombia en 2024). 

Para ilustrar esta situación, pensemos en lo que ocurre durante un auge económico: con el crecimiento del empleo, se incrementa la demanda de los hogares, lo que conlleva a una subida generalizada de los precios dada la incapacidad de la oferta de ajustarse y de aumentar la producción en el corto plazo; además, frente a mayores necesidades de producción, se incrementa también la demanda de trabajadores por parte de las empresas, lo que se refleja en más vacantes disponibles y un apretamiento del mercado laboral que se manifiesta en mayores salarios y redunda en mayores precios para los consumidores. En este contexto, la política monetaria reacciona para eliminar los excesos de demanda (y suavizar la dinámica del empleo) lo que permite la estabilización de salarios y precios.

Bibiana Taboada

Bibiana Taboada.

Esta mirada inicial a la interacción del mercado laboral y la inflación evidencia la disyuntiva que existe entre los niveles de empleo y la estabilidad de precios. Esto es lo que los economistas conocen como la curva de Phillips que, por lo general, se diagrama como una relación negativa entre la tasa de inflación y la tasa de desempleo (Phillips, 1958). La curva de Phillips muestra que, efectivamente, se pueden admitir niveles de empleo más bajos para lograr la estabilidad de precios: es decir, se puede tolerar un mayor desempleo para reducir la inflación (y viceversa). No obstante, es fundamental tener en cuenta que esta relación solo se sostiene en el corto plazo y con intensidades diferentes según las características de cada economía. En el largo plazo la disyuntiva para la política monetaria desaparece, pues el nivel de pleno empleo que es compatible con la producción potencial de la economía es justamente aquel que se hace posible con la estabilidad de precios.

(Además: Banca explica el rol del Pacto por el Crédito en la estrategia integral de reactivación). 

Una medida clave en este análisis es la de la tasa de desempleo no inflacionaria o Nairu, por su sigla en inglés (non-accelerating inflation rate of unemployment). Esta tasa de desempleo es, precisamente, aquella en la cual el mercado laboral no genera presiones de precios y corresponde a la condición en donde el mercado laboral está en línea con el potencial de la economía (Modigliani y Papademos, 1975).

Mauricio Villamizar-Villegas

Mauricio Villamizar-Villegas.

El nivel de la Nairu se asocia a factores estructurales del mercado laboral y a los fundamentales mismos de la economía, más que a una coyuntura específica. Por consiguiente, no depende de la política monetaria, ni puede esta aspirar a cambiarla. Otra herramienta importante para caracterizar el mercado laboral y su posible impacto en los precios es la curva de Beveridge, que relaciona las vacantes disponibles con el desempleo, para mostrar qué tan apretado u holgado está el mercado laboral (Beveridge, 1945).

Un mercado laboral apretado tiene muchas vacantes y poco desempleo, mientras que uno holgado tiene pocas vacantes y mucho desempleo. De forma intuitiva, la curva de Beveridge ayuda a entender qué tan fácil es para un empleador llenar sus vacantes dada la disponibilidad de trabajadores; o visto de manera alternativa, qué tan fácil es para un trabajador conseguir empleo (y mejores salarios) dada la disponibilidad de vacantes.

El mercado laboral colombiano tiene limitaciones que resultan en una Nairu elevada y en vacantes que no se llenan fácilmente a pesar del desempleo. Estas fricciones han sido estudiadas en misiones de empleo, así como en estudios académicos, algunos realizados por investigadores del Banco, para informar posibles reformas estructurales al mercado laboral.

De acuerdo con las recomendaciones de la última misión de empleo (Alvarado et al., 2021), primero, es importante aumentar el nivel de formalidad del mercado laboral, tanto para incrementar la productividad como para lograr una mayor cobertura en protección social; segundo, es necesario cambiar los incentivos a la formalización ajustando el mecanismo de financiación y acceso a los beneficios de la protección social; tercero, hay que repensar el rol del salario mínimo en vista de que este se encuentra en niveles muy altos en relación con la distribución salarial total; y cuarto, se requiere asegurar un sistema de formación e intermediación laboral efectivo y alineado con las demandas del sector productivo.

Así las cosas, podemos concluir afirmando que lo que pasa en el mercado laboral sí importa (y mucho) en las decisiones de política monetaria. La evolución del empleo y la estabilidad de precios son dos caras de una misma moneda: no hay forma de pensar la política monetaria sin analizar la situación del mercado laboral. Ahora bien, si queremos observar mejoras en los niveles de largo plazo de la economía y el mercado laboral, requerimos reformas estructurales, no ajustes de política monetaria.

-Bibiana Taboada Arango
-Mauricio Villamizar Villegas
Codirectores del Banco de la República.
**Las opiniones de este texto no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
**Una versión más extensa de este artículo en
: https://www.banrep.gov.co/es/publicaciones-investigaciones/presentaciones-discursos/mitos-importa-mercado-laboral-politica-monetaria

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