La agencia Moody’s elevó ayer la calificación de crédito soberano de Brasil de Ba2 a Ba1, y mantuvo la perspectiva positiva, por el sólido crecimiento de la economía y las recientes reformas económicas y fiscales en el país.
Con la mejora de la calificación de riesgo, Brasil está a un paso de obtener el grado de inversión, lo que ubicaría al país como un destino seguro para las inversiones.
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En un comunicado, Moody’s destacó el compromiso de Brasil con los objetivos fiscales y la trayectoria de estabilización de la deuda/PIB.
Asimismo señaló que reformas como la tributaria deben mejorar el ambiente de negocios de Brasil y mantener fuerte el crecimiento de la economía del país a largo plazo.
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La nueva clasificación, no obstante, indica que el país aún está en “grado especulativo” y que si bien ahora está menos vulnerable todavía genera incertidumbre frente a condiciones financieras y económicas adversas. En un comunicado, el Tesoro Nacional afirmó que la mejora en la calificación de crédito refleja el reconocimiento de los avances en las cuentas públicas.
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Desde que la calificadora recortó en 2016 la nota de Brasil a especulativa Moody’s había cambiado radicalmente la perspectiva: la pasó de negativa a estable en el 2017, volvió a negativa meses después y de nuevo a estable al año siguiente. Afirmó la calificación y la perspectiva estable en dos ocasiones -en 2020 y 2022- antes de elevar la perspectiva en mayo. Fitch Ratings y S&P Global Ratings elevaron la calificación de Brasil a BB el año pasado, dos escalones por debajo del grado de inversión.
EFE