Como es tradicional, los fondos de pensiones locales y los inversionistas extranjeros son quienes le ponen ritmo al mercado de capitales colombiano. Pero, al ver la película de todo lo que pasó durante el año pasado, el resultado es que sus papeles se invirtieron.
Por un lado, las AFP colombianas destronaron a los foráneos como los mayores compradores netos de acciones, aunque estos últimos conservaron su liderazgo en materia de volúmenes de transacción.
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Entre tanto, en la deuda pública colombiana, los fondos del exterior siguieron comprando y se convirtieron en los mayores tenedores de TES del mercado, superando por vez primera a las administradoras de pensiones.
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MOVIMIENTO BURSÁTIL
Según datos del Informe de Renta Variable de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) al cierre de diciembre, los extranjeros concentraron el 28 por ciento del monto de operaciones de contado realizadas el año pasado, y si se le añaden los movimientos de los programas de ADR (acciones colombianas enlistadas en otros mercados), la participación llega al 32 por ciento.
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En segundo lugar en materia de volúmenes están las comisionistas de bolsa, con el 23,18 por ciento; seguidas por los fondos de pensiones, con 15,78 por ciento. No muy lejos están las personas naturales, con 15,7 por ciento.
Sin embargo, cada participante tiene un comportamiento diferente. Los fondos locales de pensiones tuvieron un gran apetito por el mercado colombiano el año pasado, que los llevó a ser los mayores compradores netos del mercado, con 2,3 billones de pesos, y por segundo año consecutivo mantienen esa posición
Esto, como resultado de 6,4 billones de pesos en adquisiciones y ventas por 4,1 billones de pesos.
Vale recordar que los fondos están constantemente ajustando sus portafolios con miras a buscar mejores rendimientos para los ahorros de más de 14 millones de afiliados que tienen, y ciñéndose a las políticas de inversión que tiene cada uno.
Y aunque el mercado local es apenas una parte de sus inversiones, la realidad es que el vuelco hacia los títulos nacionales parece haber rendido sus frutos, pues hasta octubre, los fondos obtenían rentabilidades récord, que iban en 25,5 billones de pesos. El mes entrante, se conocerá el dato para el consolidado del 2017.
Mientras tanto, los inversionistas extranjeros conservaron su tendencia compradora, pero en los dos últimos meses se desinflaron un poco, pues otros mercados lucían más atractivos y, además, Colombia sufrió un recorte de calificación por parte de la agencia Standard and Poor’s.
En suma, compraron acciones por 10,2 billones de pesos (más que las AFP), pero sus ventas también fueron mucho mayores: 8,59 billones de pesos. Así, la posición neta fueron compras por 1,64 billones de pesos.
Otros jugadores que el año pasado compraron más acciones de las que vendieron fueron las fiduciarias y las carteras colectivas, aunque sus montos son muy bajos comparados con las AFP y los foráneos.
En el otro lado de la balanza estuvieron los demás agentes del mercado. La mayor cantidad de ventas netas corrió por cuenta del sector real (1,5 billones de pesos), seguido muy de cerca por las personas naturales, que salieron de 1,4 billones de pesos en acciones, tal y como lo han hecho en los últimos años.
Otros jugadores con altos volúmenes de ventas fueron los programas de ADR, con casi un billón de pesos.
ESCALANDO LUGARES
En cuanto a la deuda pública colombiana, no es nuevo que los fondos del exterior le venían pisando los talones a los inversionistas locales.
Sin embargo, los últimos movimientos del 2017 fueron suficientes para que los foráneos se alzaran con el primer lugar como los jugadores que más títulos tienen.
Según el informe de tenedores de títulos de tesorería TES, del Ministerio de Hacienda, el portafolio en manos de los fondos de capital extranjero cerró diciembre en 67,7 billones de pesos, frente a los 67,2 billones de pesos que completaron las AFP a ese mismo corte.
Cabe mencionar que el saldo total de TES está en 255,03 billones de pesos, señala el documento.
Con esto, ambos participantes del mercado representan –cada uno– el 26 por ciento del total.
Sin embargo, sus estrategias fueron diferentes. Por un lado, los inversionistas foráneos aumentaron su portafolio un 17,7 por ciento en el último año (es decir, unos 10 billones de pesos), y alcanzaron un máximo histórico.
Esto era de esperarse, si se tiene en cuenta que la deuda colombiana está incluida en varios índices internacionales de renta fija, de manera que los administradores de portafolios en el exterior deben ajustar sus portafolios a medida que estos van creciendo.
Y, aunque hay muchos activos que lucen más atractivos, más en momentos en que Colombia tuvo un recorte de calificación, la realidad es que hubo temas al cierre del año como la expectativa de que en Estados Unidos las tasas de interés no suban tanto y la incertidumbre por la reforma tributaria de Trump, en un escenario en el que la gran liquidez que hay a nivel global alcanza para todo.
Mientras tanto, los fondos pensiones tuvieron un aumento más moderado, de 7,8 por ciento, que representan casi cinco billones de pesos. De hecho, luego de rondar los 70 billones de pesos en septiembre pasado, empezaron a reducir paulatinamente sus tenencias de deuda.
El tercer jugador es la banca comercial.
