El Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc) tiene el tiempo contado. El pasado fin de semana, el Ministerio de Hacienda tomó la tan esperada decisión de subir el precio del ACPM, pese al descontento del sector de transporte de carga y personas, esto tras cinco años durante los que estuvo congelado y que ahora deberá subir de manera paulatina en tres momentos, hasta alcanzar el precio de paridad internacional, que es de $15.000, aproximadamente.
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Y aunque la mayoría de los sectores de la economía han celebrado la decisión, que liberará una importante presión fiscal a las finanzas del Estado, todas las industrias están de acuerdo en que esta determinación impactará en los precios de los precios de los fletes y de los tiquetes de bus, que a su vez se traduce en una subida en los valores de estos productos y servicios.
Vale recordar que el reajuste propuesto por el Gobierno de $6.000 corresponde a cerca de un 60% más del precio actual y que, además, el rubro de los combustibles pesa cerca del 40 % de los costos del sector transportador.
“Este incremento del precio del ACPM impactará directamente no solo a los 4.000 más ricos del país, sino que impactará el costo de vida y la canasta familiar de los 50 millones de colombianos. Además del incremento del combustible de la estructura de costos, también subirán todos los insumos y se afectará directamente el patrimonio de las familias transportadoras”, señaló al respecto la junta directiva de la Asociación Colombiana de Camioneros.
En el caso de los impactos en el transporte de carga, según la firma de analítica de datos de Imétrica, esta decisión de subir el ACPM en cerca de $2.000 para este mes aumentará en un 7,83 % en promedio el SiceTac, pero advierte que podría presentarse en un incremento de hasta 10 % en ciertas rutas.
Entre sus cálculos, Juan Pablo Matiz, director de Imétrica, estima que la ruta más afectada por esta alza será Buenaventura – Cali, con una variación de 9,28 %, seguida de Buenaventura – Yumbo, con 9,25 %, Buenaventura – Buga, con 9,23 %, Bucaramanga – Cúcuta, con 8,9 % y Buenaventura – Medellín, con 8,64 %.
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Camiones
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Igualmente, entre otras rutas que más se mueve carga la subida será en el recorrido Buenaventura – Bogotá, con 8,23 %, Cúcuta – Barranquilla con 8,22 % y Medellín – Barranquilla con 7,96 %.
Al final de la subida de los $6.000, el impacto en el incremento sería del 23,5 % y en algunas rutas de hasta el 30 % (aquellas de menos de 100 kilómetros con alta composición de terreno montañoso), según el portal de datos.
"Hoy día estamos viendo cómo por la baja o nula rentabilidad en la actividad del transporte, sumado a los diferentes factores que afectan la productividad del sector (bloqueos por comunidades inconformes, cierres viales por afectaciones de la naturaleza o daños en la infraestructura y la creciente ola de inseguridad) y por los bajos niveles de carga por cuenta de la reducción o estancamiento en los sectores que demandan el servicio de transporte como lo son minería (-3.3%), industria (-1.6%), comercio (0,2%) y construcción (2,4%) son menos los vehículos que se despachan", indicó Nidia Hernández, presidenta de Colfecar.
Y recalcó que de acuerdo con las mismas cifras del Ministerio, este año se han despachado aproximadamente 11.000 vehículos menos que en 2023 y se prevé que la problemática se profundizaría en los próximos meses.
El pasaje de bus ya se encareció
Por otro lado, en el caso del transporte de personas, la Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Intermunicipal (Aditt) estima que al menos, en este primer momento, los tiquetes de buses suban su precio entre un 7 % y un 8 %, y, una vez se realice el ajuste total del ACPM (cerca de $6.000 por galón), el ajuste sería entre un 22 % y un 24 %.
“Si en enero del siguiente año se presentan todos los ajustes ordinarios como son peajes, nóminas y adicionalmente el precio del ACPM, de no lograr trasladar este incremento del costo operativo en la tarifa podría ponerse en riesgo la sostenibilidad del sector, la reposición de los equipos y elevaría el riesgo de crédito de los inversionistas de la actividad”, señaló al respecto José Yesid Rodríguez, director ejecutivo de la Aditt.
Además, asegura que “este tipo de incrementos tienen un impacto directo en la reactivación económica del país. Desde el sector privado estamos haciendo un gran esfuerzo para que se reactive el turismo local, y conocemos las realidades de nuestro país en los que el transporte terrestre es la mejor opción para miles de colombianos que se movilizan desde lugares apartados. Por tal razón, continuaremos atendiendo la demanda de pasajeros en todo el país con total normalidad”.
Agrega, que las rutas más afectadas por este incremento en el costo operativo serán aquellas que atienden a los usuarios con menor poder adquisitivo y de regiones más apartadas con mayor vulnerabilidad social.
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Flotas.
Ministerio de Transporte
Adicional al impacto económico que esto pueda ocasionar, los sectores del transporte han manifestado otros retos que podrían afectar su operación, entre ellos la oferta, la seguridad y el transporte informal.
“El sector hoy tiene que sortear la situación de los bloqueos en vía, del mal estado de las mismas y los problemas de orden público afectando la productividad y los tiempos de viaje, lo que impacta en un incremento de hasta cinco veces el gasto administrativo por cuenta de la cuota de aprendices, el proceso de facturación electrónica, el incremento del principal insumo de operación que es el ACPM. En este año ya llevamos dos incrementos al costo de los peajes, estamos realmente preocupados por la sostenibilidad de la actividad”, recaló Rodríguez.
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Por último, ambos sectores manifestaron de nuevo su interés de conciliación con el Gobierno con respecto al tema con el Gobierno, pues estaría en juego la viabilidad de la industria del transporte.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
