Hace unos días el panorama económico internacional fue sorprendido por un remezón inesperado en las bolsas de inversiones, que si bien tuvo un impacto mayormente en mercados de Asia, Estados Unidos y Europa, no pasó inadvertido en el contexto local y generó el desplome de indicadores clave de la Bolsa de Valores de Colombia.
Con esto no solo se rompió el buen paso que traían los inversionistas en este escenario desde hace varios meses, sino que se avivaron los temores frente a una posible depresión de los indicadores, impulsada por los resultados poco favorables que están entregando las autoridades económicas estadounidenses y chinas, principalmente.
“El pasado 5 de agosto los mercados globales experimentaron una fuerte caída. El índice Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq cayeron alrededor de 3%. De manera similar, en Asia el Sensex de India se redujo casi 3% y el índice Nikkei de Japón disminuyó más de 12%”, se aprecia en un reciente informe de Anif.
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¿Qué sucedió?
Ahondando un poco este movimiento inesperado y la suma de factores que llevaron al país hasta esta situación, el Centro de Estudios Económicos Anif destaca que durante estos días se encontraron cuatro variables, que en conjunto llevaron a que se despertara el nerviosismo en los mercados, principalmente desde Estados Unidos y Japón.
Inversión digital
En primer lugar, para estos expertos, la situación arrancó apenas se conocieron los resultados del mercado laboral de Estados Unidos, que para ellos no fueron buenos e incidieron en la inestabilidad ya mencionada.
“El mercado esperaba una creación de 175.000 empleos en julio, que ya representaba una disminución de 4.000 empleos frente al dato de junio. Sin embargo, solo se crearon 114.000, lo que significó una caída importante frente al mes anterior (-65.000). Además, la tasa de desempleo aumentó hasta 4,3% (+0,2pp), la más alta desde octubre de 2021, por cuenta de un aumento de 352.000 personas desempleadas”, dice el reporte.
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Estos analistas también señalaron que “a esto se sumaron unos resultados decepcionantes de los beneficios de las empresas tecnológicas de Estados Unidos. Esto creó dudas sobre la fortaleza de la economía estadounidense (y aumentó los temores de una recesión) y sobre la capacidad de la Reserva Federal para bajar la inflación sin afectar demasiado la economía”.
Para poner un ejemplo de las consecuencias, sondeos señalan que en este momento, la mayoría de los analistas asigna ahora una mayor probabilidad a que la reducción de tasas de interés por parte de la Fed inicie en septiembre, con lo cual se prevé una política monetaria más dura, que incida en el lento ritmo de la economía.
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Cambios en Japón
Otro de los factores que también influyó en la caída de los mercados durante esta semana vino desde Japón, que aumentó su tasa de interés al 0,25%, el nivel más alto desde 2008, después de casi una década de tasas negativas. Este cambio fue impulsado por la confianza en un crecimiento económico sólido y una inflación cercana al 2% anual.
“Esta es la segunda subida desde marzo de 2024, luego de casi una década de tasas negativas, y representa el nivel máximo desde 2008. Japón mantuvo tasas de interés negativas por un largo período con el objetivo de estimular la economía estancada”, explicaron desde Anif.
Para entender un poco mejor la influencia de este tipo de cambios, lo sucedido en Japón desincentivó las estrategias de carry trade en las bolsas y generó una depreciación importante del yen.
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“Todo lo anterior se reflejó en el índice de volatilidad VIX. Este alcanzó su nivel más alto desde la pandemia por Covid-19 (65,5), al llegar casi a los 39 puntos. Sin embargo, diversos analistas consideran que se trató de una sobrerreacción del mercado. Rápidamente estos valores descendieron y al día siguiente los mercados habían vuelto casi a la normalidad”, manifestaron estos expertos.
Calma y expectativa
Esta situación llevó a que el Gobierno nipón enviara un mensaje de calma a los mercados, especialmente en Tokio, donde el selectivo de referencia Nikkei anotó su segunda mayor caída de la historia, del 12,4% esta semana, asegurando que la economía nacional muestra signos positivos.
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"El valor de la Bolsa lo fija el mercado según las decisiones de los inversores, observando la situación económica dentro y fuera del país y el movimiento de las empresas, así que evitaré comentar al respecto", dijo Suzuki, que considera, no obstante, que "la economía japonesa se está recuperando moderadamente mientras mejora el ambiente de empleo y los ingresos".
Así mismo, de acuerdo con los analistas, no se puede quitar la atención de las expectativas que se mantienen frente a que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) acelere el ritmo de sus previstos recortes de tasas, lo que acortaría la distancia de las políticas monetarias de ambas potencias, una brecha que viene siendo, de hecho, el principal factor de la apreciación del yen frente al dólar en años recientes.
Por último, expertos de Oxford Economics argumenta que este desplome es el resultado de una sobrerreacción desde el mercado, a lo que es un debilitamiento regular de los datos de empleo y que luego de revisar sus modelos de recesión del mercado queda claro que los riesgos están por debajo de los niveles históricos.
De esta forma queda claro que la turbulencia que asustó a muchos en el mundo fue algo pasajero y que si bien hay puntos de alerta que deben ser monitoreados con detenimiento, por el momento son situaciones que están bajo control y que no deben llevar a que los inversionistas alimenten el pánico en las inversiones.
