Friogan aprovechó estos meses para mejorar su infraestructura con el fin de fortalecer su capacidad exportadora porque ve oportunidades para la carne colombiana en el 2021.
Así lo explicó Carlos Roberto Patiño, presidente de la compañía, al analizar la evolución del mercado local y las perspectivas del negocio. La empresa espera cerrar el año con un crecimiento de 5% en ingresos. En el exterior, comercializa su carne en Líbano, Emiratos Árabes y Jordania.
¿Cómo han evolucionado los negocios para Friogan?
El 2020 empezó muy bien con crecimiento en el primer trimestre. En enero y febrero el volumen de sacrificio superó el 8%, y en los últimos días de marzo empezó a verse la contracción de la demanda por lo que el crecimiento quedó para ese mes en 4%, mientras que el sacrificio nacional decreció 3,7%. Abril fue difícil como en toda la economía, con una caída casi del 30% frente al igual mes del 2019.
Para mayo ya se ha acoplado la logística y comienza a ajustarse con las excepciones: la disminución llegó a 10,20%, menos que en el mercado (18,6%). En junio, por la gran expectativa de la apertura hay un aumento de 7%, en tanto que el país disminuyó 8%. Sin embargo, las ventas en el retail no se dieron como se esperaba por lo que se creció el inventario de los comercializadores, y bajó la demanda de sacrificio, lo cual se prolongó en julio. En agosto la demanda sigue deprimida.
¿Y luego?
La demanda empieza a estabilizarse. En este negocio nos toca manejar el tema muy en el día a día porque la toma de decisiones a mediano plazo y a corto plazo son importantes. Cualquier restricción a nivel nacional o regional afecta la demanda de carne. Al final, al cierre de agosto Friogan acumula un sacrificio de 183.000 animales, una disminución del 2% con relación al mismo período del año anterior.
A nivel nacional hubo un acumulado de dos millones de animales, con una reducción de 7,8%. De todas maneras, Friogan aumentó su participación en el mercado nacional en cuanto a sacrificios al pasar de 8,3% a 8,8% en el mercado de sacrificio de carne bovina y seguimos liderando.
Somos la planta número uno en participación en el mercado. Creo que al cierre del período solo hay una disminución 2% y el hecho de mantener todos los puestos de trabajo y, además, generar una serie de inversiones para aumentar la capacidad instalada, es muy gratificante.
¿A qué atribuye los buenos resultados ?
Lo que nos ha hecho permanecer en el mercado y tener este balance ha sido la propia relación que tiene Friogan con sus clientes y con la cadena de abastecimiento de ganado, es decir con los ganaderos locales en cada sitio en donde tenemos los centros de producción. Además, pudimos innovar en productos para los clientes, por ejemplo, por ejemplo con oferta para autoservicio.
¿Y las exportaciones?
Frente al año anterior tienen un comportamiento distinto, porque en el 2019 nos veíamos afectados por el tema de la pérdida del status sanitario. Se cerraron mercados como el ruso, y el de Curazao y Chile. Sin embargo, quedó la ventana abierta de los de medio oriente que son países donde Colombia tiene admisibilidad.
Obviamente, hubo una pequeña depresión en toda esta pandemia, pero podemos ver que en el período enero- junio las exportaciones de Colombia crecieron en un 29,7% en el 2020 frente al 2019, porque al abrirse el status sanitario, Rusia abrió su mercado, pero todavía falta que nos abran las puertas a otros centros productivos.
Las proyecciones son de crecimiento. Colombia está trabajando muy duro en el tema de la diplomacia sanitaria, en la apertura de mercados. En general, la expectativa de aumento de las exportaciones son importantes y Friogan está dirigiendo todo su potencial de crecimiento a eso.
¿Cuáles son las inversiones?
Tenemos un plan de adecuación de las plantas que llevamos hace dos años, y en el 2020 estaba programado culminar las obras que tienen las plantas de beneficio que tiene Friogan en cuanto a automatización, ampliación de la capacidad de almacenamiento de cuartos fríos y de capacidad de congelación y almacenamiento de producto congelado.
Todo, destinado a dos objetivos principales: certificar nuestras plantas en la norma vigente que es el Decreto 1500 y prepararnos para los procesos de exportación en los cuales pretendemos incursionar. Entonces durante esta pandemia y viendo los resultados, no perdimos el tiempo y aprovechamos para finalizar estas obras.
Teníamos un capex de $22.000 millones y lo estamos terminando. Esta semana estamos en la visita de certificación de la planta de La Dorada y el próximo mes en la visita de las de Corozal y Villavicencio. Entonces, estamos dando cumplimiento a nuestro plan de inversiones y prepararnos para los procesos de exportación que vienen de aquí en adelante.
¿En qué condiciones queda la operación?
Nosotros casi que doblamos la capacidad instalada en almacenamiento en frío y casi que triplicamos la de congelación y almacenamiento de producto terminado en congelación.
Este es un parámetro muy importante porque vamos a ser la planta con mayor capacidad instalada para procesos de exportación.
¿Con énfasis en alguna de las cuatro plantas?
La de mayor potencial por su situación geográfica son las de Corozal y La Dorada. Sin embargo en la de Villavicencio estamos empezando a consolidar negocios para hacer procesos de exportación desde allá. La de Cúcuta, solamente nos permite el consumo local.
¿Cómo es el consumo interno?
La población colombiana mantiene el consumo de proteína que necesita. En lugar de eliminar comidas en el día, lo que hace es cambiar el origen de la proteína a las más económicas y comienza a crecer el consumo de huevo, pollo y cerdo y, de última, contempla la de res que es la más costosa. Aquí juega un papel importante la promoción del consumo de carne de res.
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