Las fechas a tener en cuenta para la aprobación del Presupuesto Nacional en el Congreso

Colombia se encuentra actualmente en un escenario que no se había visto nunca en la historia, luego de que las comisiones económicas del Congreso negaran el monto del Presupuesto que solicitó el gobierno del presidente, Gustavo Petro, para el próximo año, en medio de un ambiente caldeado que enfrenta a los partidos oficialistas y a los de oposición y tiene en riesgo la estabilidad fiscal.

Al parecer las reuniones que viene realizando el Ministerio de Hacienda con los legisladores desde hace más de un mes, para explicar sus cuentas y justificar los $523 billones que propuso como monto total de gasto, no surtieron el efecto esperado. Prueba de esto son las siete proposiciones que se radicaron para reducir este monto, que si bien al final se hundieron, también sacrificaron la petición de la Casa de Nariño.

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Que se necesite el aval de las mayorías en las cuatro comisiones económicos en Senado y Cámara y que estos cuatro grupos no logren ponerse de acuerdo, ha generado un escenario complejo en el que cualquier iniciativa que se radique, relacionada con el Presupuesto, tiene una alta probabilidad de hundirse, tal y como se vio durante la sesión del pasado miércoles 11 de septiembre, que finalmente se tuvo que aplazar.

Lo primero que hay que dejar claro frente al presupuesto del 2025, es que este proyecto no se ha hundido, aunque quedó sin un monto oficial, por lo que no se sabe a ciencia cierta, de cuánto serán las cuentas de gasto, tanto en inversión y funcionamiento, puesto que las obligaciones de deuda hay que cumplirlas, se quiera o no, para no afectar la imagen del país ante las agencias de crédito y riesgo en el mundo.

Así las cosas, para saber qué viene en este frente, hay que advertir que de acuerdo con el Estatuto Orgánico de Presupuesto (Decreto 111 de 1996), el Congreso tiene tres fechas que se deben seguir para garantizar el correcto debate de las propuestas que se pongan sobre la mesa, sin importar que haya rebelión al interior de las filas legislativas, y que si no se cumplen, abren la puerta a que arranque una dictadura fiscal.

La primera es el 15 de septiembre, en la que ya debe quedar definido el monto del Presupuesto General de la Nación. Precisamente acá se encuentra el punto de discordia entre los senadores, representantes y Minhacienda, ya que se pide un recorte de al menos $12 billones a los $523 billones, mientras que en Casa de Nariño se dejó claro que quitar esa cifra se traducirá en menor inversión social en las regiones.

Si a este plazo no se cumple, que en realidad vence el sábado 14 de septiembre a medianoche porque el domingo no se cuenta como día hábil, el camino a seguir se parte en al menos dos grandes corrientes enfrentadas que interpretan, por un lado, que ya se cae el proyecto de presupuesto y se debe determinar dicho monto y discriminación por decreto.

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En la otra cara de la moneda están quienes sostienen que si el primer plazo no se cumple, hay un segundo punto para el 25 de septiembre, fecha en la que debe quedar aprobada toda la propuesta en primer debate, incluso con los montos discriminados por sectores y entidades. Esta interpretación asegura que podrían referenciar esa calenda para también solucionar el 'callejón sin salida' del monto.

Sin importar qué pase el 15 o el 25 de septiembre y si se apruebe o no lo solicitado por el Minhacienda y el DNP, hay un tercer plazo que no se puede incumplir y que sí especifica el camino a seguir en caso de no lograr un consenso a ese momento. Se trata del 20 de octubre, cuando ya debe quedar aprobado todo el Presupuesto General de la Nación, en primer y segundo debate, tanto en Cámara como en Senado.

Si dicho plazo no se cumple, el presidente Gustavo Petro quedará facultado para expedir un decreto que reglamente el gasto del otro año, aunque acá nuevamente hay dos interpretaciones, en las que por un lado dicen que se puede tomar los $523 billones en disputa y por el otro se advierte que hay que tomar la norma vigente como punto de partida, es decir, los $503 billones del PGN actual (el del 2023).

Sea cual sea el camino que se tome, hay que destacar que Congreso y Casa de Nariño no logran ponerse de acuerdo y que mientras las comisiones económicas piden un recorte de al menos $12 billones, el presidente Petro y su equipo reiteraron que lo puesto sobre la mesa “no es producto del azar” y por tanto no se puede bajar, si se quiere garantizar el crecimiento económico y frenar la desaceleración.