Esta semana, con la mira puesta en completar la primera mitad del trámite y cumplir los tiempos reglamentarios, la Cámara de Representantes comenzará la votación del articulado de la reforma laboral, en medio de debate que promete mucho movimiento y acciones de la oposición para cortarle el paso a varios puntos que tienen preocupados a los empresarios, principalmente en lo relacionado con costos laborales.
En total son más de 80 artículos los que entran a discusión desde este lunes 30 de septiembre con miras a dejar en firme los cambios en la jornada de trabajo, los recargos nocturnos, festivos y dominicales, la protección de la asociación sindical y el acompañamiento a las micro y pequeñas empresas; que según el Ministerio del Trabajo, buscan garantizar condiciones dignas de trabajo para los colombianos.
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Cabe resaltar que inicialmente esta reforma contenía 98 artículos, pero durante la aprobación en primer debate se tumbaron 23, relacionados con la asociación sindical y pactos colectivos. No obstante, para la segunda, de cuatro discusiones que se deben dar, el Ministerio del Trabajo insistió en parte de lo que se cayó y junto a los cambios planteados dentro de la plenaria de Cámara, al final quedaron los 80 que van a revisar.
Así las cosas, las cuentas en el Congreso proyectan que esta semana se evacúe la totalidad o por lo menos una gran mayoría del proyecto; mientras que los ponentes y sectores afines a este mantienen su llamado para que se haga el debate y se eviten “jugaditas” que posterguen el trámite más tiempo del necesario.
Cuentas apretadas
En caso dado de que la reforma laboral quedara lista esta semana, al Gobierno y ponentes le quedarían 10 semanas, si se tiene en cuenta que el Congreso sale a vacaciones el 16 de diciembre, para surtir los debates en comisiones y plenaria. Si no lo logran, se hundirá tal y como pasó en 2023, con lo cual se caería otra vez una de las apuestas más importantes del presidente Gustavo Petro desde que llegó a la Casa de Nariño.
De esta forma, vale la pena recordar que si bien el Gobierno tiene un respaldo mayoritario en Cámara, eso no sucede en el Senado, donde se espera que haya mayor renuencia al proyecto y no avance a la misma velocidad, tal y como sucedió durante el primer trimestre con la reforma pensional, que si bien pasó al final, requirió de movidas entre los congresistas aliados para que no se hundiera.
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También hay que tener en cuenta que la reforma laboral cursa en el Congreso al mismo tiempo que propuestas como la reformas a la salud, Ley 30 de educación superior, política y tributaría (Ley de Financiamiento), además de la reestructuración al Sistema General de Participaciones; que ya cumplió cinco de los ocho debates que exige la legislación nacional.
Tanto el Ministerio del Trabajo, como los ponentes de la reforma laboral, insisten en que este proyecto es necesario para garantizar dignidad laboral a millones de colombianos, razón por la cual no se puede volver a hundir. Sin embargo, para los empresarios hay muchos elementos por revisar, partiendo de las alzas en los costos laborales, que podrían terminar favoreciendo la informalidad, máxime en estos tiempos de desaceleración.
Debate reforma laboral
Milton Díaz / EL TIEMPO
No obstante, autoridades como la Ocde, que hay aspectos del proyecto en discusión que podrían incrementar los costos de contratación y de paso afectar la formalización. En este sentido, sostienen que si bien es bueno que se quiera dar mayor protección a los trabajadores formales, señalan que aumentar los costos tendría un efecto negativo.
En este sentido sostienen que la reforma tiene cosas buenas, como una protección mayor para los trabajadores que hoy en día ya son formales, pero a su vez eso puede llegar a tener un impacto y hay que ser muy cuidadoso en términos del empleo informal y hay que poner políticas de forma de que esa reforma, si sigue adelante, mitigue el impacto sobre la informalidad”.
