Aunque el país observó recientemente una mejora en el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre del año, con crecimiento en 12 industrias, entre estas las obras civiles, por el otro lado la construcción de edificaciones cayó y sigue mostrando indicadores que no reaccionan hacia el terreno positivo.
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Según los datos recientes del Dane, de mayo a junio la actividad económica de la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales cayó 2,8 % con un movimiento económico de $5,5 billones. Un año atrás esta actividad había crecido 4,6 % y aportó $5,7 billones al producto del país.
Esta dinámica se explica por una reducción generalizada en la producción residencial (-2,9 %), la producción no residencial (-2,5 %) y la inversión en vivienda (-1,4 %). Particularmente, los indicadores de vivienda, medidos por las cuentas nacionales, acumularon cinco trimestres de variaciones negativas, que se suman a los 25 meses de caída en las ventas de este segmento.
Para Guillermo Herrera, presidente de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), este resultado ha perjudicado a la economía, los indicadores “son preocupantes” y son resultado de un contexto sobre el cual la Cámara ha venido llamando la atención hace meses.
“El martes fueron publicados los datos del Censo de Edificaciones del Dane, y allí se observan patrones que deben revertirse. Por ejemplo, en el segundo trimestre de este año el área en proceso, entendida como el número de metros cuadrados que se encuentran en construcción actualmente, cayó -3,4 %. El área iniciada también presentó caídas importantes (-13,4 %), mientras que el área que culmina obra y el área paralizada crecieron moderadamente”, explicó Herrera.
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Construcción
Archivo EL TIEMPO
Con estos indicadores, el dirigente gremial considera que el sector requiere de medidas que le permitan volver a crecer. Menciona que en este frente es fundamental que se logre recuperar la confianza de los colombianos, para lo cual es necesario generar señales que se concreten en mejores condiciones con el fin de que puedan ser propietarios.
“La banca ha tomado el liderazgo en ese frente y esperamos que las reducciones en las tasas de interés de las entidades financieras más importantes empiecen a generar un mejor patrón de ventas en este segundo semestre. Sin embargo, será fundamental que los compromisos del Pacto ‘El Aporte del Hábitat a la Reactivación Económica’, firmado el 9 agosto por el Ministerio de Vivienda, el Fondo Nacional del Ahorro (FNA), Asobancaria y Camacol, permitan avanzar en una agenda de reactivación que revierta la caída en las ventas, genere empleo, e impulse las ventas y los inicios de obra”, señaló.
Además, considera vital garantizar en el Presupuesto de 2025 los recursos para la asignación de los 50.000 subsidios familiares de vivienda del programa Mi Casa Ya y los dineros para las coberturas a la tasa que también hacen parte del programa.
“Adicionalmente, creemos que se necesitan esfuerzos adicionales que permitan impulsar el segmento VIS y la vivienda de clase media. Sobre el tema Camacol le ha venido proponiendo soluciones al Gobierno Nacional desde hace varios meses que, con una inversión relativamente baja de recursos, pueden impulsar la venta de cerca de 145.000 viviendas, que le inyectarían a la economía una inversión de los hogares de cerca de $33 billones. Esta propuesta pone la sostenibilidad como eje y contribuirá en nuestra meta que plantea que el 50 % de las viviendas que se entreguen en 2030 sean sostenibles”, recalca.
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Construcción de vivienda y obras civiles.
Cortesía - BBVA Research
En contra parte, reviven las obras civiles
Según los datos revelados por el Dane, la construcción de carreteras y vías de ferrocarril, de proyectos de servicio público y de otras obras de ingeniería civil creció 14,4 % en el segundo trimestre, un gran avance teniendo en cuenta que hace un año el indicador cayo 17 %. En dinero, el sector movió más de $2,7 billones en el trimestre, mientras que un año atrás apenas lo hizo en $2,4 billones.
Así mismo, las actividades especializadas para la construcción de edificaciones y obras civiles crecieron 2,4 %.
Para la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), esto se explica en particular por la dinámica regional pero no a nivel nacional.
“En el indicador de producción de obras se registraron crecimientos incluso por encima del 100 %, como por ejemplo en carreteras elevadas y puentes, que es una categoría en la cual se incluía, por ejemplo, el viaducto del metro de Bogotá, así como puertos, por ejemplo, el Puerto de Antioquia. De hecho, el indicador reportó un crecimiento por encima del 112 % en las carreteras elevadas y de 154 % para puertos”, mencionan.
Pero para ellos, deben darse más proyectos para mantener este indicador y que no se presenten bajas como las de hace un año.
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“Ahí el mensaje clave es que, aunque es interesante esta dinámica, no lo dejemos aquí. Este indicador puede ser transitorio en la medida que, si no hay más proyectos, este indicador y estas buenas noticias se caen”, explica la agremiación.
Pese a esto, destaca la importancia del crecimiento y considera que el sector empieza a estabilizarse, pero que no hay que confiarse.
“Estamos viendo un efecto importante respecto al trimestre anterior, pero no es porque ya estamos bien. Por el contrario, creo que es importante mantener un ciclo de proyectos de gran envergadura y acelerar la siguiente generación de concesiones”, sostuvieron.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
