La transición energética es uno de los planes más relevantes en este momento, para reducir las emisiones relacionadas con la producción de energía, que a nivel global es la mayor fuente de emisiones. Esto implica que los países están avanzando en planes para incrementar la permeación de la energía renovable no convencional.
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Recientemente, un estudio hecho por la Academia China de Ciencias y publicado en Earth's Future analizó qué efectos tendría la instalación de techos solares sobre las carreteras y su impacto en la reducción de emisiones.
Ling Yao, científico de teledetección y autor principal del estudio, expresó que conduciendo por una carretera notó cómo estas estaban conectadas como una gran red, con lo que pensó sobre la posibilidad de que estas se puedan usar también para generar energía.
Esto permitiría darle usos adicionales a estos espacios que tienen un único objetivo. De acuerdo con la información del estudio, hay más de 3,2 millones de kilómetros de autopistas en el mundo, suficiente para darle la vuelta a la tierra 251 veces por el ecuador.
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En caso de que se implementaran los techos solares en estas vías, las emisiones de gases de efecto invernadero caerían en 28%, dado que disminuiría la necesidad de usar hidrocarburos para consumo energético.
Energía solar.
Juan Bautista Díaz / EL TIEMPO
El análisis señala que en caso de que se cubrieran todas las carreteras, se generarían 17.58 petavatios-hora de electricidad al año, lo que es equivalente a 60% del consumo de electricidad del mundo que hubo durante 2023.
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Sin embargo, esta no sería la única ventaja de implementar esta estrategia, puesto que el estudio encontró que, incluso, podrían mejorar las condiciones de seguridad en las vías. El estudio señala que las muertes por accidentes de tráfico se reducirían en 10,8% en zonas donde se presentan altos niveles de lluvias y nieve, al protegerlos y generar mejores condiciones de visibilidad.
En algunas regiones se están planteando la posibilidad de instalar techos solares en las carreteras. Tal es el caso de Marsella en Francia que podría cubrir 26 kilómetros de sus autopistas con paneles. Sin embargo, la escala a la que se analizó en el estudio sería complejo de ejecutar dado que sería muy costoso y complejo a nivel logístico.
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