En el marco de la Conferencia Energética Colombiana 2024, el presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem), Luis Enrique Medina, se refirió a la incertidumbre que existe respecto al futuro de dos de los combustibles claves para la industria: el gas y el carbón.
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Desde hace un tiempo, empresas, asociaciones y gremios del sector han venido alertando por un eventual déficit de gas en 2025. Las cifras apuntan a que el próximo año Colombia se enfrentaría a un faltante de 8 % del gas que se consume diariamente, es decir, cerca de 83 Gbtu (Giga unidades térmicas británicas) por día.
"Se advirtió desde hace ya dos años de parte de Aciem que nos íbamos a quedar sin gas. Siempre se nos dijo que no iba a pasar y va a pasar. El año entrante ya tendremos un déficit de entre un 7 % y un 8 % y en el 2026 vamos a llegar a un 25%, es decir, la demanda supera la oferta", destacó Medina.
El fantasma de un posible desabastecimiento el próximo año plantea la necesidad de buscar alternativas de gas tanto local como proveniente de otros países. Sin embargo, el tiempo para poner en marcha soluciones que permitan aumentar la disponibilidad y cubrir la demanda se está agotando.
De acuerdo con el también ingeniero, el país se demoró en buscar medidas con el fin de evitar efectos negativos en el mercado y en los usuarios, quienes serían los actores más afectados en caso de que se dieran restricciones en el suministro. En ese sentido, destacó que es urgente incrementar las importaciones de gas para enfrentar el déficit.
Medina también señaló que, para mitigar los riesgos de abastecimiento, se podría utilizar este recurso a través de la comercialización de gas natural importado que no sea requerido por las plantas térmicas que reciben el combustible de la planta de regasificación de gas natural en Cartagena.
“Esto no es nuevo y ya se ha ejecutado en otras oportunidades obedeciendo a criterios comerciales, luego el déficit de corto plazo se podría resolver de la misma manera, claro está, a costos superiores del orden de dos a tres veces el precio del gas natural producido nacionalmente con el impacto en los usuarios y en el Gobierno por los mayores subsidios que sería necesario pagar”, agregó.
En ese contexto, el presidente de Aciem recalcó que, de ponerse en marcha esta medida, la planta de regasificación de Cartagena incrementaría su capacidad de 400 millones de pies cúbicos diarios a 530 millones, hacia el año 2027. No obstante, recordó que, si bien esto ayudaría a solucionar en parte el problema, no lo solucionaría por completo.
Por esa misma línea, Medina mencionó que hay que tener presente que el impacto de la importación de gas, que se haría necesario ante un escenario de déficit como el que se prevé, podría tener un impacto en las tarifas. "No va a haber suficiente gas, tenemos que importarlo. Eso ya el mismo Gobierno lo reconoció. Pero, lo lamentable es que al importarlo va a subir el precio y tenemos a 11 millones de hogares conectados a gas natural", añadió.
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Gas natural
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'El carbón nos sacó del apagón'
En su intervención, el presidente de la asociación también se refirió al rol del carbón en el marco de la transición energética que viene adelantando el país y el porqué es importante que este combustible tenga un espacio en esa conversación para así mantener un balance energético.
Para poner una imagen sobre el impacto que tiene este mineral en el sector, Medina se remitió al riesgo energético que existía con la llegada de El Niño. “Si no hubiéramos contado con la disponibilidad del carbón para afrontar este fenómeno, con seguridad que se hubiera presentado un 'caos' que habría tenido consecuencias graves para el sector, la economía y el país, y hubiéramos llegado a un riesgo de racionamiento o ‘apagón’ reviviendo experiencias de los años noventa”, resaltó.
Además, hizo énfasis en la importancia de contar con fuentes de energía que brinden un parte de tranquilidad en situaciones de contingencia y a precios accesibles. "Hoy el carbón colombiano participa con cerca del 8 % de la capacidad instalada del Sistema Interconectado Nacional (SIN), aportando firmeza, siendo un recurso abundante y económico, factor muy importante en el balance energético”.
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Carbón
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En ese orden de ideas, indicó que si bien es necesario disminuir su consumo, esto se debe hacer con un plan a largo plazo. No solo considerando su impacto en materia de demanda energética, sino también el componente social y los encadenamientos productivos que este sector representa para la economía nacional.
“Es nuestro propósito realzar las fortalezas de esta industria y los beneficios para los usuarios de la energía eléctrica, el desarrollo de las regiones, las familias que dependen de la minería y para las familias que dependen de la energía eléctrica”, añadió.
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