El Centro Mundial de Competitividad (IMD, por sus siglas en inglés) presentó la más reciente edición de su listado de economías más competitivas a nivel internacional.
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Para construir el ránking, el IMD no solo toma en consideración el PIB y la productividad para medir el nivel de competitividad, sino que también explora las dimensiones políticas, sociales y culturales. En la versión de este 2024 se amplió la cobertura a 67 economías, incluyendo tres nuevas: Ghana, Nigeria y Puerto Rico.
En cuanto a la metodología del análisis, la puntuación final para cada país se calcula utilizando las percepciones de los ejecutivos junto con datos estadísticos, siendo el mayor puntaje 100.
El primer lugar del ránking lo ocupa Singapur. Este resultado marca el regreso del país asiático a la cima de la lista tras haber caído al quinto, tercer y cuarto puesto en los últimos cuatro años.
Esta nación obtuvo una puntuación de 70,9 en desempeño económico, 87,8 en eficiencia gubernamental, 96 en eficiencia empresarial y 77,1 en infraestructura.
A continuación, en el escalafón se encuentran Suiza y Dinamarca, en el segundo y tercer lugar, respectivamente. Ambos países lograron escalar en la clasificación gracias a su destacado desempeño gubernamental y empresarial.
La lista la completan, en orden: Irlanda, Hong Kong, Suecia, Emiratos Árabes Unidos, Taiwán, Países Bajos y Noruega.
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En comparación con el listado del 2023, Colombia logró escalar un puesto, ocupando así la posición número 57 sobre 67.
Dentro de los indicadores de evaluación, el territorio nacional obtuvo un 38,4 en desempeño económico, eficiencia gubernamental 21,9, eficiencia empresarial 31,8 e infraestructura 29,1.
Con este resultado, el IMD destaca que el país aún tiene retos en impulsar proyectos estratégicos que impacten a las poblaciones más vulnerables, así como estrategias para mejorar la resiliencia a los impactos climáticos.
De la misma manera, se señala la necesidad de cerrar las brechas de productividad en la agricultura para mejorar la competitividad e incrementar la participación en las cadenas globales de valor.
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