Wall Street cerró este miércoles una extraordinaria sesión bursátil en la que sus tres índices de referencia alcanzaron cifras récords empujados por los buenos resultados empresariales presentados por Boeing y por decisiones de la Reserva Federal (Fed) que convencen a los inversores.
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El Dow Jones de Industriales sobrepasó la cifra histórica alcanzada el pasado 19 de julio al subir un 0,45 por ciento y llegar a los 21.711,01 enteros, un avance al que contribuyó notablemente el ascenso de Boeing. Las acciones de la firma aeronáutica se apreciaron un 9,88 por ciento después de que Boeing presentara unos buenos resultados empresariales, en los que anunció que sus beneficios netos del segundo semestre se triplicaron en comparación con el mismo periodo del año pasado.
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Este llamativo resultado se debe a una serie de gastos extraordinarios realizados en el segundo semestre del año pasado, pero aun así sus números han sido descritos hoy por expertos como "prácticamente perfectos".
El Nasdaq también cerró con un récord por tercer día consecutivo, tras avanzar un 0,16 por ciento hasta los 6.422,75 puntos, mientras que el S&P 500 alcanzó por segundo día consecutivo cifras históricas aunque después de una subida muy discreta, del 0,03 por ciento hasta los 2.477,83 enteros.
Wall Street se ha visto animado esta semana por los buenos resultados que han venido presentando algunas de las empresas más importantes, y se espera que continúe con los informes antes del fin de semana de Amazon, Exxon Mobil, Intel o 3M. "Los beneficios en general han sido muy buenos, y eso ha propulsado el continuado optimismo del mercado", señaló el director de gestión de Direxion Investments, Paul Brigandi.
Ayudó hoy además que la Fed no anunciara un incremento de los tipos de interés y que insinuara que empezará a disminuir su hoja de balance "relativamente pronto", que actualmente es de 4.500 billones de dólares.
La Fed cumplió así con lo que se esperaban los expertos, lo que ha dado tranquilidad a los inversores, algo que, según apuntan los analistas, actualmente es uno de los principales objetivos del banco central estadounidense. "Aunque es difícil asesorar cómo van a reaccionar en última instancia los inversores, (...) las buenas noticias son que el banco central probablemente darán marcha media vuelta y retrocederán si los accionistas se molestan demasiado", opinó el jefe de inversiones de BMO Private Bank, Jack Ablin.
