El gobierno socialista de Venezuela está discutiendo una compensación con al menos dos empresas colombianas cuyos activos fueron confiscados durante el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez.
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El mayor fabricante de cemento de Colombia, Cementos Argos SA, está en conversaciones sobre la posible adquisición de una planta de cemento de propiedad estatal cerca de la costa caribeña de Venezuela, según Germán Umaña, ministro de Comercio y Turismo de Colombia. Una filial expropiada de la exportadora de azúcar Comercializadora Internacional de Azúcares y Mieles, Ciamsa, con sede en Cali, también está en negociaciones para obtener una compensación, dijo Umaña.
Después de años de tensión, las relaciones entre los países mejoraron después de que Gustavo Petro ganara la presidencia de Colombia en 2022 e inmediatamente restableciera los lazos y reabriera la frontera. Venezuela parece querer resolver estas disputas comerciales sin una batalla legal, dijo Umaña la semana pasada, en una entrevista en su oficina en Bogotá.
Umaña, quien anteriormente dirigió la cámara de comercio colombo-venezolana, dijo que había ayudado en las discusiones. Chávez ordenó cientos de expropiaciones durante su presidencia de 1999 a 2013, desde ranchos ganaderos y fábricas de alimentos hasta estacionamientos y compañías de seguros, en línea con su visión socialista de aumentar el papel del Estado en la economía.
La planta de Cementos Argos en el oeste de Venezuela fue confiscada en 2006, mientras que Ciamsa hizo expropiar un ingenio azucarero en el estado venezolano de Táchira en 2010. Ahora, después de años de mala gestión, muchas de las empresas expropiadas están cerradas, inactivas o trabajando a una fracción de su capacidad.
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Cargado con cientos de empresas estatales fallidas y buscando reactivar la economía del país, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha entregado el control de algunas de ellas a socios privados e incluso revirtió algunas de las incautaciones de la era Chávez. El Ministerio de Información de Venezuela no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La adquisición por parte de Cementos Argos de una operación cerca de la costa venezolana facilitaría potencialmente las exportaciones a Estados Unidos. La compañía está solicitando una licencia estadounidense que le permitiría recibir el activo como pago del gobierno de Maduro sin violar las sanciones, dijo una persona con conocimiento directo del acuerdo, que no está autorizada a discutir los detalles públicamente.
Cementos Argos, que cotiza en el índice de referencia Colcap, controla el 35 % del mercado de cemento de Colombia y recientemente también se convirtió en el cuarto mayor productor de EE.UU. después de combinar sus operaciones con Summit Materials a principios de este año.
Cementos Argos.
Archivo Particular
La producción de cemento en Venezuela ha disminuido desde que Chávez se hizo cargo de prácticamente toda la industria a finales de la década de 2000. A diferencia de otras empresas extranjeras que operan en el sector, Cementos Argos nunca recibió compensación, dijo el director financiero de la firma, Felipe Aristizábal, quien también confirmó las conversaciones.
Ciamsa no respondió de inmediato a solicitudes escritas de comentarios. Umaña no dijo si las negociaciones incluían retomar el control de la planta expropiada o de un activo diferente.
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Los inversionistas colombianos se han mostrado cautelosos a la hora de regresar a Venezuela desde que mejoraron las relaciones. Umaña dijo que el Congreso de Colombia debería aprobar un tratado bilateral de protección de inversiones en la primera mitad del año.
"El tratado de protección de inversiones, de ser aprobado, dará seguridad porque va a haber tribunales de arbitraje internacional para resolver los conflictos", afirmó Umaña. "Es por eso que muchos inversionistas colombianos están esperando la ratificación de ese tratado".
También espera que el comercio entre los dos países se duplique alrededor de 1.400-1.500 millones de dólares este año, aunque todavía es un 75% menos que su máximo en 2008.
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BLOOMBERG
