La tarjeta de crédito es una alternativa financiera que trae consigo múltiples beneficios que van más allá de diferir los pagos a la hora de adquirir un producto o servicio. No obstante, los dolores de cabeza aparecen cuando se utiliza de manera incorrecta.
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Para perderle el miedo a este plástico, la empresa de servicios financieros Skandia destacó algunos de los aspectos a considerar para así sacarle el máximo provecho. Esto es lo que debería tener en cuenta.
Los 'reconsidérelo' de la tarjeta de crédito
- Ojo con la distribución de cuotas: existe la creencia que si se difieren todas las compras a una sola cuota, no habrá que preocuparse por los intereses en el próximo pago. No obstante, esto no ocurre en todos los casos.
Skandia recomienda revisar la letra pequeña, pues existen tarjetas de crédito que aplican intereses diarios. A esto se le suma que algunos productos aplican una política que señala que si realizas una compra a una sola cuota y, en el mismo extracto, haces otras a varias cuotas, se comenzarán a generar intereses.
- Pago de la cuota mínima desde el exterior: generalmente, las transacciones desde el exterior suelen categorizarse como sospechosas, lo que puede derivar en un bloqueo preventivo de su tarjeta. En ese sentido, la firma aconseja hacer el pago con anticipación y notificar al banco con antelación con respecto a su cambio de destino.
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Tarjetas de crédito.
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- Retraso en los pagos: no cumplir con el pago de la tarjeta puede llevar a que se generen intereses por mora (dependiendo del tipo de producto o entidad financiera) que pueden llegar a aplicarse desde el día posterior a la fecha límite.
- Compras internacionales: comúnmente al realizar compras en el extranjero estas se suelen diferir de manera automática en 24 o 36 cuotas. Esto implica, según Skandia, que se generarán intereses desde el día en que efectuó la compra.
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