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Vivienda

13 dic 2023 - 8:30 p. m.

Cambio en las normas dejó 38.000 familias sin estrenar casa en Navidad

Los desistimientos de vivienda aumentaron 80,7% en el último año a octubre. El 44,5% de los casos fue por los cambios en el Mi Casa Ya.

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FOTO: iStock

POR:
PAULA GALEANO BALAGUERA

En el último año, las familias colombianas han mostrado resiliencia a la hora de adquirir vivienda, sin embargo, pese a luchar contra la corriente, miles tuvieron que abandonar su sueño de tener vivienda propia.

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A raíz de las altas tasas de interés, la pérdida del poder adquisitivo, la inflación, la subida del salario mínimo y ajustes en los subsidios estatales, los hogares que empezaron a pagar sus viviendas desde hace un par de años, se vieron en la obligación de reconfigurar la forma en que gastaban para pagar la cuota inicial y muchos, pese el intento, no lograron continuar con el negocio.

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El segmento más golpeado por esta situación fue el de los compradores de Vivienda de Interés Social (VIS), que al estar atado el precio del inmueble a salarios mínimos, y con una subida del 16% en el último año y con un posible aumento de más del 10% en 2024, hizo imposible continuar a más de 38.000 familias que pedaleaban por esta meta. Esto se evidencia en el informe de Coordenada Urbana de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), pues en el mes de agosto los desistimientos de VIS subieron 144%, mientras que los de No Vis 31,6%.

Galería Inmobiliaria estudió junto con las constructoras del país los motivos por los cuales las familias renunciaron a su inmueble, y encontró que la mayoría (25,5%) lo hizo por dificultades para pagar la cuota o por cartera.

El 24,2% lo hizo porque no pudo sacar la calificación requerida por el Sisbén para acceder al programa de Mi Casa Ya. Así mismo, el 12,4% renunció porque tenía como base de su cierre financiero el subsidio de Mi Casa Ya, y al no tenerlo o teniéndolo con un puntaje bajo - en el Sisbén-, los dejó con pocas posibilidades de recibirlo. También el 7,9% de los desistimientos corresponden a familias cuyo puntaje del Sisbén los deja por fuera del subsidio, pero que anteriormente sí lo tenían.

Por otro lado, el 12% de los desistimientos se dieron por los incrementos en la tasa de interés, y por lo tanto, no tuvieron cierre financiero. Por último, el 13,1% lo hizo por razones no mencionadas anteriormente.

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Este estudio refleja las consecuencias del cambio del programa Mi Casa Ya, que introdujo al Sisbén como un mecanismo para calificar a los hogares que ‘necesitaban’ realmente este alivio. No obstante, impulsó que los desistimientos de vivienda aumentaran 80,7% de manera anual (a octubre), esto se evidencia al ser el 44,5% de las causales de las renuncias.

Más allá de las cifras

Juan Pablo de la Cruz Mosquera es uno de los hogares que tuvo que desistir de su sueño de tener vivienda. Empezó a pagar el proyecto en el 2020, tenía que firmar escrituras a final del año 2022, sin embargo, esta fecha fue corrida cinco veces, pues no se daba a favor el subsidio de Mi Casa Ya, lo que llevó a que el precio del inmueble se ajustara un año más. Debido a esto, ahora solo espera que le retornen parte de lo que pagó para ahorrar, y más adelante ‘con la ayuda de Dios’, intentarlo nuevamente.

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Tengo 21 años, quería tener mi primer apartamento. Buscaré más adelante otro. El cambio en Mi Casa Ya, que solo ayuda a los más vulnerables, no sirve, una persona que se gane el diario no tiene cómo pagar una cuota mensual, arriendo, comida y otras cosas. Es un esfuerzo muy grande durante dos o tres años. Un subsidio es para aquellos que puedan comprar. Ahora Mi Casa Ya es una trampa”, dijo al respecto de la Cruz.

En el caso de Luz Yamile Gómez, madre cabeza de hogar, al igual que de la Cruz, también le cambiaron la fecha de escrituración cuatro veces, pero en su caso, le mantuvieron el precio del inmueble y ya no estaba atado a salarios mínimos, lo que le permitió seguir luchando por tener su vivienda.

Al principio me dijeron que ya le separaban el cupo en Mi Casa Ya, pero con estos nuevos cambios se complicó, incluso la constructora me dijo que era mejor desistir porque no iba a alcanzar al subsidio”, dijo.

Por fortuna, encontró la forma, contra viento y marea, de obtener sus subsidios. “Menos mal que no me tocó pedir prestado, pero las cuotas quedaron altas. Coloqué PQRS, derechos de petición y con la tutela gané y me aprobaron el subsidio de Mi Casa Ya. Fue una travesía”, menciona. Este cambio en el mecanismo le agregó 11 meses a su proceso para poder escriturar.

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Si van a dar los subsidios que sean claros. Fue tanto el estrés que me enfermé, no sabía si renunciar”, cerró.

Contrario a Luz, a Yeferson Torres el Sisbén le truncó los sueños. Vale recordar que con la primera actualización del sistema, se hizo necesario contar con un puntaje, no mayor a D21, para poder acceder al alivio. El pasó por varios censos hasta lograr el puntaje requerido, pero el sistema del Sisbén cambió hace algunas semanas, lo que modificó nuevamente su calificación.

Lastimosamente con los ajustes del Sisbén tuve que desistir. Yo tenía en el Sisbén B1 y con la actualización me subió a D4. Antes me daban $34.800.000 y ahora me bajaron $11.000.000, dígame ¿de dónde voy a sacar esa cantidad si yo me gano un mínimo?”, señaló.

Con un gran esfuerzo, Yeferson ha pagado su cuota puntualmente, arriendo y comida para él y sus hijos. Considera que es necesario revisar cómo se está calificando a los hogares, si realmente es necesario incorporar el Sisbén, porque si bien no es fácil, tenía el cómo para pagar su vivienda y cumplir su objetivo, darle un hogar a sus hijos para que en el futuro, no pasaran por dificultades, como él.

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Es muy doloroso ver cómo los sueños retroceden. El Gobierno nos truncó nuestro objetivo a las personas que no tenemos nada y que queríamos comprar. Es fundamental tener una casa digna, uno se va y con eso al menos los hijos tienen una seguridad y no van a quedar sufriendo, no solo es mi sueño, es el de mis hijos”, recalca Torres.

Y agrega: “El Gobierno no tiene la culpa de que hayamos nacido pobres, pero nos esforzamos para dejar de serlo. Ellos ganan mucho, uno apenas un poco más de un millón”.

Edit Rendón, es otra de las personas afectadas por los cambios de Mi Casa Ya. Desde hace tres años colocó sus ahorros en una cuota inicial, más pagos mensuales para comprar su primera vivienda. Al igual que en casos anteriores, debido a la situación macroeconómica, la fecha para la entrega de su inmueble se pospuso en varias ocasiones. A esa dinámica se le sumó los cambios de Mi Casa Ya, y si bien cumplió con el proceso para sisbenizarse, éste le aumentó ocho meses más para su entrega.

Para lograr la entrega de su inmueble, Rendón tuvo que acudir a un crédito adicional para poder cumplirle a la constructora.

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Yo solo me gano el mínimo y tengo tres niños. Muchas veces dejé de comprarme cosas o a mis hijos para cumplir con la cuota. Fueron tres años, mucho tiempo, me tocó renovar el crédito tres veces, ya el banco no me prestó lo que me dijeron en un comienzo, fue menos, tuve que conseguir dinero prestado, $1,6 millones”, puntualizó.

Al comienzo, a la guarda de seguridad le prestaban $70 millones, y ahora solo le prestaron $39 millones. Con el reajuste del Sisbén, el subsidio estatal fue mayor a lo inicialmente esperado, sin embargo, el $1,6 millones tuvo que conseguirlos prestados.

Yo estuve de suerte. Es muy contradictorio o te dan un buen crédito o te dan el subsidio concreto. Si hay pobreza, cómo un banco va a prestar tanto dinero y si te prestan no te dan todo el subsidio, no tiene sentido”, dijo.

Daniel Francisco Cortés, otro de los desistimientos, inició pagando su proyecto en 2021 y contaba con Mi Casa Ya para pagar su inmueble. Su fecha de escrituración era para 2022, pero al igual que en casos anteriores, se alargó. En razón de lo anterior, tuvo que actualizar su solicitud de crédito, pero este presentó tasas mucho más altas y no le daban el monto inicialmente solicitado. Si bien logró obtener con otro banco el monto, atravesó por otro reto, el Sisbén.

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Después que me censaron dos veces obtuve B3. Sin embargo, hace una semana me di cuenta que con la actualización del Sisbén quedé con D21. Era mi sueño tener vivienda propia, pero tendré que ver más adelante porque no tengo cómo dar el faltante”, dijo.

Estas son algunas de las historias que a lo largo del año. Algunos, catalogan como ‘viacrucis’ la experiencia que pasaron, otros continúan por esta senda cuesta arriba para lograr su sueño de tener vivienda.

La confianza se fracturó en los hogares

Con esta situación, los hogares no sienten seguridad a futuro sobre los subsidios estatales, sobre todo, en alivios que recibirán en dos o tres años y que tienen que ver, en muchos casos, en el mayor bien que conseguirán las familias.

De la Cruz, señala a que a la hora de comprar vivienda sería un gran alivio contar con recursos adicionales para adquirirla, sin embargo, con los cambios ‘de la noche a la mañana’, es mejor contar con otros recursos.

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Lo que lo hace aún más retador siquiera pensar en la idea de volver a comprar.

Otros, como Cortés, pensarán de nuevo dos veces para comprar bajo este modelo. Al ser joven considera que aún tiene tiempo para dar este paso, pero ve incierto contar con este tipo de alivios. Otras familias consideran que es mejor prevenir y asesorarse con profesionales en la materia para ‘no perder el dinero’. Piden claridad en las reglas de juego para que otras familias no pasen por lo mismo.

PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio

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