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Empresas

09 mar 2020 - 7:34 p. m.

Kuty, panadería que los clientes volvieron restaurante

Jairo de Jesús Ramírez, cofundador de la cadena, cuenta la historia acerca de cómo han logrado ‘amasar’ prestigio, a partir del pandebono y la avena.

Jairo de Jesús Ramírez Serna, cofundador de la cadena de panaderías Kuty.

Jairo de Jesús Ramírez Serna, cofundador de la cadena de panaderías Kuty.

Archivo particular

POR:
Portafolio
09 mar 2020 - 7:34 p. m.

Jairo de Jesús Ramírez Serna fue, junto con su hermano Guillermo, fundador de la panadería Kuty, el 13 de marzo de 1985 en Cali, es decir, que la empresa está cumpliendo 35 años. En la misma fecha del 2005, dos décadas después, abrió su primer punto de venta en Bogotá, por lo que llega a sus primeros 15 años.

(Así consumen pan los colombianos). 

Este exitoso negocio es el resultado de la iniciativa de emprendedores de diferentes regiones del país. Los Ramírez son oriundos de Marinilla (Antioquia), un municipio con tradición panadera, y aunque figuran como los fundadores, la realidad es que el primer pan que Kuty hizo lo amasó un joven boyacense de nombre Leonel Cutiva, en una pequeña panadería en el e barrio Junín, en la calle 15, de Cali. Como a él lo llamaban Cuty, en el nombre de la panadería usó la abreviación de su apellido, y además lo escribió con ‘K’.

Cuando los hermanos Ramírez compraron Kuty, el dueño de la panadería ya no era el boyacense que la fundó, sino otra persona, que rápidamente se cansó del negocio y lo puso en venta.

Los nuevos propietarios mejoraron el local y los equipos, y empezaron a abrir nuevos puntos de venta de este negocio familiar, en Cali. Hoy la cadena Kuty tiene 15 sedes en esa ciudad y 6 Bogotá y tiene codificados más de 1.000 productos.

¿Cómo ha sido el proceso de crecimiento?

Todo ha tenido como base la innovación. Aunque la empresa nació como una panadería tradicional, el prestigio lo obtuvo gracias a la venta de pandebono caliente y avena fría. Así empezamos a crecer con nuevas tiendas. Un día montamos un punto en la avenida sexta, en el norte de Cali, donde se decía que la gente que vivía en los barrios más exclusivos no comía pan y mucho menos en un negocio de barrio. Hoy, ese punto de venta no solo es una panadería sino un desayunadero. Actualmente los Kuty más reconocidos están ubicados en el norte de la ciudad.

(“Por qué los médicos son el enemigo número uno del pan”). 


“Innovar es nuestra prioridad. No miramos qué hacen los demás, queremos que los demás miren lo que estamos haciendo nosotros”.

¿Eso significa que la panadería se volvió restaurante o desayunadero?

Sí. Actualmente, el negocio en Cali es conocido como un sitio para desayunar, donde además, vendemos pan, pero no nos identifican como una panadería. Es más, en Bogotá nos sucedió algo muy particular. Nosotros abrimos el primer punto hace 15 años en el barrio Santa Isabel, y nuestra especialidad era la panadería y los desayunos. Pero un día abrimos un punto de venta en un local del centro de la ciudad, que hasta ese momento era un almorzadero. La gente empezó a llegar a mediodía y preguntaba por almuerzo, entonces nos tocó entrar en el negocio de restaurante.

¿Cuáles son los panes más vendidos?

Los productos de queso son los más apetecidos, es decir, pandebono, almojábana, pandeyuca y pandequeso. Es más, vendemos empanadas. Por darle trabajo a una señora le montamos un negocito pequeño y eso se disparó. Hoy tenemos una fábrica de empanadas que distribuimos, prefritas, a muchos negocios, entre ellos a supermercados.

¿Están en el negocio de la pastelería?

Ese es otro de nuestros fuertes. Tuvimos un aprendizaje muy curioso. Los dueños de la pastelería Don Jacobo, la más prestigiosa de Cali, cerraron el negocio y se fueron para Bucaramanga. Todos los empleados, expertos en pastelería, que se quedaron sin trabajo se fueron a trabajar con nosotros. Eso fue un impulso muy importante.

¿Cuántas personas trabajan en Kuty en Cali y Bogotá?

La cadena tiene 480 empleados en Cali y 150 en Bogotá. Todos son contratos directos. Buscamos que la gente tenga sentido de pertenencia.

¿Las nuevas generaciones siguen consumiendo pan?

Claro que sí. Han llegado nuevas marcas como Bimbo y Tostao, pero las panaderías siguen siendo muy apetecidas. La competencia es dura porque el consumo per cápita de pan en Colombia es bajo comparado con otros países de la región. Lo que pasa es que los colombianos tenemos una gran variedad de opciones: pan, arepa, pandebono, empanadas, buñuelos, pan de achira, tostadas, roscones y hasta tamal y caldo de costilla. En Chile el consumo per cápita es de 90 a 100 kilos anuales de pan, mientras que nosotros apenas rondamos los 22 o 23 kilos al año. Tenemos uno de los consumos más bajos de América Latina. Solo le ganamos a Bolivia.

¿Cuál de estos productos está ganando la competencia a la hora del desayuno?

No hay uno en particular. La gente consume de todo, dependiendo el momento y el lugar. La verdad es que aquí se vende de todo, y tenemos muchas opciones para escoger.

¿El pan engorda?

Los médicos le han creado mala fama al pan. Uno no puede desconocer que hay gente que es intolerante al gluten, pero para eso vendemos el pandebono y otros productos que un se hacen con harinas. La industria ha venido trabajando en productos para cada una de las necesidades de los consumidores.

¿Colombia es un país de panaderos?

Sí. Incluso, en los últimos años los panaderos colombianos han comenzado a llegar a otros países de la región. Muchos están montando panaderías en Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Brasil, Panamá y hasta en Venezuela.

¿Kuty tiene planes para incursionar en el exterior?

No. Eso no lo tenemos pensado.

¿Colombia importa pan?

Sí. Ese fue uno de los grandes engaños con los TLC. Nos dijeron que en los siguientes 10 años no podrían ingresar al país productos terminados, pero dos años después estábamos inundados de productos terminados que lo traían crudo, listo para meterlo en un horno.

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