En el negocio de los pasabocas, las papas fritas equivalen al 50%. Por eso, la compañía Ramo no quería quedarse sin participación y decidió incursionar con los sabores de pollo, limón y paprika ahumada.
Jaime Echavarría, presidente de la compañía, explica que la meta para este año es tomar entre 7% y 8% de ese competido mercado. Según el directivo, con esta innovación Ramo ofrece un producto de calidad única, con un sabor muy colombiano y muy fresco que está a la mano de todos los ‘bolsillos’ y que podría considerarse como ‘premium’.
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Agregó que se avanza en el segmento de mayor importancia en valor y volumen de la categoría de pasabocas, con una propuesta que reúne varias características en un producto: papas artesanales, gruesas y con cáscara por un precio sugerido de $1.000.
Según estudios de mercado la intención de compra de las nuevas papas, en sus tres presentaciones está entre un 78% y un 82%, por lo que la expectativa es alta frente a este lanzamiento.
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Echavarría sostuvo que las adecuaciones para la producción en su planta de Mosquera y la comercialización de este nuevo snack demandó inversiones cercanas a $5.000 millones.
Ramo compra la materia prima en el Altiplano Cundiboyacense, pero tiene el interés de incursionar en modelos como el de la nueva agricultura por contrato que ofrece el Gobierno para patrocinar cultivadores que sean proveedores exclusivos.
El producto se suma a unas 60 referencias de la marca en salados. Se destacan Maizitos, Tostacos, Achiras, Plátanos Ramo, Crispetas y, más recientemente, Nachos. El lanzamiento se da en medio del crecimiento de doble dígito en la categoría.
