Como miles de colombianos, hace dos años en época electoral tuve conversaciones argumentadas con amigos, colegas y familia sobre por qué “Gustavo Petro y su promesa de cambio” eran una ilusión.
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Seguidores del hoy mandatario sostenían que el país necesitaba un cambio. Siempre respondí que el cambio no lo generaba una sola persona, ni siquiera un presidente.
El verdadero cambio lo hacemos todos los ciudadanos. Porque un país con más de 45 millones de personas no puede ser transformado por un solo individuo, y menos por alguien que cuyo paso por la Alcaldía de Bogotá dejó más frustraciones que logros.
Lamentablemente,el tiempo me dio la razón y los resultados del actual gobierno confirman que no ha habido el cambio prometido.
Al contrario, hoy enfrentamos mayores riesgos políticos, jurídicos, de seguridad, económicos, energéticos y sociales.
Odio en este momento tener la razón. Pero más allá de la reflexión, este es un llamado para que, como colombianos, y entendiendo que los políticos nuevamente nos están defraudando, asumamos un rol como agentes de cambio real y transformación positiva para el país.
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Pero, ¿qué significa ser agentes de cambio? ¡Si, en el mundo corporativo y empresarial se usan tácticas estratégicas desde la comunicación para lograr que una organización cambie, maximice sus resultados y tenga eficiencia en el uso de sus recursos.
Es decir, lo mismo que necesita Colombia hoy para avanzar en superación de pobreza, y alcanzar una paz sostenible con la naturaleza y la sociedad en general.
Estamos sobrediagnósticados, sabemos cuáles son los retos y dificultades que debemos afrontar como país.
De allí que esté convencido de que el empresariado pueda aportar agentes de cambio y transformación para la sociedad. Es necesario que las empresas apuesten por el fortalecimiento de las capacidades técnicas de jóvenes, a través de centros de pensamiento para fortalecer, entre otras cosas, el liderazgo y capacidades técnicas de quienes en el futuro podrían llevar las riendas del país.
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Según el barómetro de confianza de Edelman, los ciudadanos hoy confían más en las empresas que en los políticos. Este poder conlleva una gran responsabilidad. Las empresas deberían apostarle, como actores de la sociedad, a disminuir las brechas de comunicación, la polarización y la incertidumbre para construir país.
La comunicación efectiva es el pilar fundamental para lograr cambios y transformaciones en las organizaciones y la sociedad. Lamentablemente el Gobierno ha errado en su estrategia de comunicación.
¿Podrían las empresas, sin asumir un rol partidista u opositor, ser actores clave para orientar la conversación en pro de la visión conjunta de país y avanzar en la lucha contra la corrupción, la pobreza y rescatar los valores que nos unen como sociedad para lograr un verdadero cambio como Nación?
La respuesta es sí. A continuación algunas tácticas básicas que se pueden implementar en las organizaciones parar generar Agentes de cambio para la Colombia que queremos.
Se trata de perder el miedo a hablar de política y democracia en las organizaciones.
1. En democracia debemos tener una visión de país compartida y se tiene que conversar en los diferentes niveles de una organización. Es necesario que se comprenda en diferentes niveles de una organización, que las mismas hacen parte de la sociedad y consecuentemente todas las decisiones del Gobierno de turno impactarán positiva o negativamente la misma, su desempeño y sus resultados.
2. No se puede caer en el error de pensar que si los trabajadores y trabajadoras tienen cédula y mayoría de edad no necesitan conversar sobre democracia y política.
Se debe comprender la trascendencia de una elección y el impacto de las propuestas y planes de Gobierno de las opciones a elegir. Una conversación de país al interior de una organización no es costreñimiento electoral y es necesario hacerlas con metodologías de comunicación y conversación.
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3. Facilite espacios de conversación para que los empleados conversen sobre ideas y propuestas de candidatos, donde prime la conversación sobre las ideas, no las personas. Documente y comparta con sus equipos esas miradas para crear una visión compartida en aras de alinear criterios.
El Gobierno propuso un cambio, que quedó cojo por falta de gestión, alineación de expectativas y comunicación.
¿Podemos ser un mejor país? Sí, pero se necesitan agentes de cambio y transformación para desarrollar algunas promesas en algo concreto y real. Conversen mucho que el tiempo vuela, el 2026 está a la vuelta.
JHAN RIVERA
Chairman of Board Monodual.
