Viajar en avión se ha convertido en una actividad habitual para millones de colombianos. Según la Aeronáutica Civil, durante el primer semestre de 2024, se movilizaron aproximadamente 26.859.000 pasajeros. En este contexto, uno de los aspectos menos visibles pero cruciales de la experiencia de vuelo es la preparación de la comida que se sirve a bordo.
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El proceso de catering aéreo es sumamente detallado y se lleva a cabo en instalaciones especializadas en tierra.
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Preparación culinaria
Preparación de alimentos
Angie Rodríguez/EL TIEMPO
La preparación de los alimentos comienza con la recepción de materias primas, que incluyen carnes, vegetales y otros ingredientes. Estos productos son enviados por proveedores autorizados y etiquetados con su fecha de entrada, facilitando su uso eficiente y reduciendo el desperdicio.
La seguridad alimentaria es prioritaria; cada tipo de alimento se maneja en áreas separadas para prevenir la contaminación cruzada. Además, cada 20 minutos, se activa una alarma para recordar a los empleados la importancia de la higiene de manos.
Una vez que los ingredientes están listos, la preparación se divide en tres secciones:
1. Productos fríos: ensaladas, frutas y sánduches.
2. Alimentos calientes: platos que requieren cocción, elaborados en hornos y parrillas.
3. Panadería: horneado de tortas, galletas y pan.
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Alimentos
Angie Rodríguez/EL TIEMPO
Cada aerolínea establece especificaciones precisas sobre la preparación y cantidad de alimentos, lo que garantiza la calidad del servicio. En el caso de restricciones alimentarias, como vegetarianismo o intolerancias, el cáterin está preparado para ofrecer alternativas adecuadas.
Una vez que los platos están ensamblados, se colocan en carros de servicio junto con las bebidas y cubiertos necesarios. Antes de ser embarcados, los trolleys son sometidos a rigurosos controles de seguridad, asegurando que la comida esté lista para ofrecer una experiencia placentera en el aire.
*CON INFORMACIÓN DE ANGIE RODRÍGUEZ, PERIODISTA DE EL TIEMPO
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