Ser profesor universitario ha sido una de las experiencias profesionales más gratificantes de mi vida. Llegué con mis años a esta noble actividad y me acerqué a ella con humildad. Lo asumí como una responsabilidad y no como un trabajo. Como un compromiso y una oportunidad de servir.
No enseño. Busco que los estudiantes descubran el poder y la utilidad de las comunicaciones en la vida de las empresas. Transmito experiencias de muchos años trabajando en proyectos públicos y privados en temas de estrategias de comunicación y manejo de crisis.
Creo en el poder del estudio de casos. Busco siempre escuchar lo que tienen que decir los estudiantes. Valoro sus reacciones y opiniones. Me gusta mucho el trabajo en grupos. Poner a los estudiantes a discutir, a reflexionar, a preguntarse qué cursos de acción tienen en una determinada situación. Entienden por ellos mismos.
Siendo profesor he aprendido mucho. Al trabajar los temas de cada clase me he dado cuenta de lo mucho que ha cambiado el mundo de las comunicaciones en los últimos años. Y no solo por las redes sociales, que en sí mismas representan ya una transformación monumental frente a lo que ocurría hace dos o tres décadas. Sino por el impacto que tienen las comunicaciones en la reputación y el valor de las empresas. Los temas de responsabilidad social empresarial y sostenibilidad son cada día más importantes.
Ser profesor es aprender y valorar el poder de los cambios. De otra forma no hay conexión con los estudiantes. La manera en que se hacían en el pasado las cosas no es mejor ni peor, es distinta.
Ser profesor en la era de la inteligencia artificial es un desafío. Todo el conocimiento está al alcance de un “clic” en un teléfono celular o un computador que todos los estudiantes tienen en su mochila. El desafío no está en transmitir un conocimiento, sino en reflexionar sobre este. En encontrar caminos de acción razonables y sensatos.
Ser profesor es un desafío diario. Conectar con los alumnos no siempre es fácil. Se gana confianza aterrizando los temas a los asuntos diarios. Uno de los retos grandes hoy de las empresas en materia de comunicaciones es ir más allá de la tecnología. Usar todas las herramientas tecnológicas que están a la mano, pero elaborar contenidos a partir de ellas. Investigar, reflexionar, comprender las implicaciones de una u otra decisión. Crear oportunidades a partir de las comunicaciones.
Ser profesor es jugarse a fondo en cada clase. Crear escenarios para la sana discusión y el entendimiento de momentos complejos que ocurren en el mundo, en los países y en la vida de las empresas. Ser profesor es transmitir vitalidad. Si llego a sentir en una clase que he logrado inspirar, ese día salgo satisfecho. Inspirar un emprendimiento, una nueva forma de ver las cosas. Inspirar para que una persona, o varias, pongan en marcha un sueño.
RICARDO SANTAMARÍA
Analista
