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Carlos Tellez

Aprendizaje e imaginación

El aprendizaje se nutre entonces de experiencia e información.

Carlos Tellez
POR:
Carlos Tellez

Hacer estrategia es un ejercicio que combina, entre tantos otros, estos dos elementos. Así lo propone el reconocido filósofo de la estrategia empresarial, Henry Mintzberg, quien en una entrevista reciente expresaba que hacer estrategia es un proceso de aprendizaje e imaginación alimentado por información, experiencia y creatividad.

Aprendemos en las conversaciones estratégicas en tanto en ellas rescatamos la experiencia, colectiva e individual, para volverla conocimiento institucional que permanece en el tiempo y trasciende la eventual trashumancia de las personas. Ese conocimiento disponible, que se enriquece y gana coherencia desde el diálogo que destila éxitos y fracasos, es vital para hacer sentido en estas conversaciones de la nueva información con la que contamos en cada momento. Aquello que sabemos, eso que hemos aprendido, nos habilita para darle sentido a esa información e incorporarla de manera pertinente en las decisiones que constituyen la estrategia. En línea con la reflexión de Mintzberg, el aprendizaje se nutre entonces de experiencia e información.

Mientras que el aprendizaje nos ayuda a navegar el presente en un nivel más elevado de consciencia, y a cosechar el pasado, la imaginación es la llave que abre la puerta del futuro para evolucionar y transformar ese aprendizaje. Al hacer estrategia, imaginar es fundamental en tanto el futuro es intangible e incierto, el pasado no siempre lo predice, y lo aprendido no puede ser estático ya que no goza de inercia garantizada.

Así entones, ese ejercicio de inventar imágenes del futuro, que nos sirvan de referencia para tomar decisiones en el presente incorporando lo aprendido, requiere de creatividad. De allí la importancia de no quedarse en las conversaciones estratégicas anclados en hablar solo de la experiencia y la información disponible, y de propiciar un ambiente seguro para crear desde la especulación educada pero arriesgada, irreverente pero pertinente.

Mintzberg seguramente nos diría que el poder transformador de la estrategia esta en el acto de imaginar lo que podría ser, que trasciende la simple aceptación de lo que es. Aprendizaje e imaginación operan, por lo tanto, en un modo sincrónico, bidireccional y complementario.

Mientras que el aprendizaje informa a la imaginación, para prever retos y oportunidades con más claridad, la imaginación enriquece el aprendizaje desde ponerlo a prueba para nuevos escenarios y posibilidades.

Por lo general, una estrategia integral contiene elementos de explotación y exploración, es decir, algunas escogencias orientadas a profundizar y lograr el mejor provecho posible de aquello que ya hacemos, y otras escogencias enfocadas en evolucionar hacia esa nueva versión de la empresa enriquecida con iniciativas alrededor de lo que aún no hace. Para lograrlo, tengamos siempre presentes en nuestras conversaciones estratégicas aprendizaje e imaginación.

CARLOS TÉLLEZ
carlos@carlostellez.co

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