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Francisco Miranda Hamburger
Editorial

En busca de la gobernabilidad

Por ahora vendrán los acercamientos, la búsqueda de aliados y de gobernabilidad.

Francisco Miranda Hamburger
Director de Portafolio
POR:
Francisco Miranda Hamburger

El domingo pasado los colombianos definieron en las urnas la conformación del nuevo Congreso de la República para los próximos cuatro años. Ya está claro el equilibrio de fuerzas políticas que el próximo presidente de la República tendrá que encarar, tanto para la conformación de unas mayorías gobiernistas como para el contrapeso y control político de los bloques opositores.

Mayorías y oposición- junto a la declaración de independientes que contempla la norma- serán cruciales en la radicación, el debate y la aprobación de la agenda del entrante Ejecutivo a partir del 7 de agosto.

Si bien teóricamente en la Constitución son independientes, los poderes Ejecutivo y Legislativo mantienen una relación que se caracteriza más por un delicado balance que incluye cargos de nivel ministerial, burocracia nacional y regional, apoyos parciales y totales a los proyectos gubernamentales y difíciles negociaciones, capaces de transformar iniciativas ejecutivas hasta más allá del reconocimiento.

Lo anterior se exacerba en escenarios fragmentados como el que precisamente dejaron los más de 17,5 millones de votos depositados en la jornada. Tanto en el Senado como en la cámara alta, y en sincronía con el apoyo mostrado en la consulta, el Pacto Histórico de Gustavo Petro se convirtió en la fuerza política más votada de Colombia. Sumado a los resultados del partido Alianza Verde, el giro a la izquierda de ambas cámaras legislativas fue marcado.

No obstante, ningún partido o coalición logró el domingo pasado una mayoría clara. De hecho, los resultados del bloque “tradicional” conformado por liberales y conservadores subió unos 3 escaños en el Senado y los azules, unos 6 representantes a la Cámara. El desplome del corazón de la actual coalición de gobierno en la cámara alta- Centro Democrático y cristianos- fue de 7 senadores; pero, junto a La U y Cambio Radical- 10 y 11 escaños respectivamente- constituyen un dique con fuertes rasgos de continuismo.

Si bien el panorama en la Cámara de Representantes es aún confuso, lo cierto es que, con este Congreso recién elegido, la tarea clave tanto para esta segunda fase de la campaña presidencial hasta la primera vuelta será el de las alianzas y la consecución de fuerzas, que incluyen la definición de los aspirantes a la vicepresidencia de la República.

El próximo huésped de la Casa de Nariño, sin importar su identidad o sus preferencias ideológicas, no llegará con una mayoría definida o con una oposición declarada.

Mientras que, por un lado, el giro marcado a la izquierda consolidó ese núcleo claro Pacto Histórico y Verdes- al que podrían sumarse escaños liberales de izquierda-, por el otro, la fragmentación de las curules en los demás partidos garantiza la dificultad para la aprobación de una agenda de proyectos demasiado radical, a uno u otro extremo del espectro ideológico.

Lo anterior no exime de la necesidad de que el próximo Gobierno presente e impulse ante este nuevo Legislativo una serie de reformas pendientes que tanto la sociedad como la economía requieren. Una de las definiciones primeras de ese siguiente Ejecutivo será precisamente definir, ante este Congreso fragmentado, qué tan radical será esa agenda y qué tendrá que sacrificar para establecer sus nuevas mayorías.

Estos cálculos, más mecánicos que de ideas, determinarán el grado en el que el poder Legislativo será un coadyuvante en el despliegue de la agenda económica y social del nuevo Gobierno o se convertirá en un factor mitigador y suavizador de esos proyectos del Ejecutivo. Por ahora vendrán los acercamientos, la búsqueda de aliados y de gobernabilidad.

FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
framir@portafolio.co
Twitter: @pachomiranda

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