Durante las últimas semanas, las perspectivas sobre el crecimiento del PIB de Colombia para este 2022 han recibido varios espaldarazos. El último llegó esta misma semana de la mano del Fondo Monetario Internacional, que incrementó hasta el 5,75 por ciento la expectativa para el avance de la economía.
Esto es importante, pues después del fuerte repunte de 10,6 por ciento que registró el PIB en 2021, muchos de los temores en el inicio de este ejercicio iban alrededor de que el dinamismo sería muy inferior por la salida de esta ecuación del efecto estadístico.
De momento, entre los distintos centros de pensamiento, organismos internacionales y firmas de estudios económicos que han emitido sus perspectivas, el rango va desde un 4 por ciento, hasta la cifra de 5,75 por ciento que propone el FMI, lo que hace pese a que el dato es bastante inferior al de 2021, sigue siendo un comportamiento mejor al que Colombia venía presentando previo a la pandemia y también ubica al país entre los que tendrá mejor rendimiento este año de América Latina.
De hecho, llama la atención el incremento esperado para el PIB nacional mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo esta semana enfrió el optimismo para la región, que crecería en conjunto menos de 3 por ciento.
Hay espacio para el optimismo en Colombia, pero no se puede desconocer que la inflación, el alza de tasas de interés, la contienda electoral e incluso el conflicto en Ucrania, entre otros factores, pueden restar parte de ese dinamismo. Es por esto que los esfuerzos del actual gobierno y las primeras medidas que adopte el próximo deben tener la protección de este crecimiento económico como su bandera, pues sin eso, las heridas de la pandemia en empleo o pobreza tardarán más en sanar.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
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