Financiación de la biodiversidad en Colombia requiere de más recursos

Con la llegada de la COP16 a Colombia, las empresas del país están identificando diferentes oportunidades en torno al tema del cuidado del medio ambiente y de la biodiversidad. Si bien este evento motiva a las compañías a gestionar sosteniblemente sus negocios, también pueden encontrar pertinencia en el sector para incrementar su rentabilidad.

(Vea: IA y la sostenibilidad, las tendencias de la logística en la próxima década: DHL)

De acuerdo con un informe de EY, 15% de las compañías colombianas identifican la adaptación a temas ambientales como su principal desafío interno. Se menciona la firma del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (MGB), donde no solo se abordan este tipo de situaciones, sino que se trazaron unos objetivos en la lucha contra el cambio climático.

Según el documento, se proyecta que para 2050, las organizaciones deberán innovar para reducir su impacto ambiental, aumentar su contribución financiera a la protección del medioambiente y restaurar el 30% de los ecosistemas degradados por actividades productivas.

(Lea más: Xposible Colsubsidio y el compromiso por la sostenibilidad)

Por esta razón la compañía destaca que la COP16 representa una base fundamental para la implementación de iniciativas que frenen la pérdida de la biodiversidad, no solo en Colombia, sino también en el entorno global.

En ese sentido, se explica que desde algún punto las compañías dependen de la biodiversidad, donde muchas de sus prácticas empresariales repercuten en la mismas, por esto se recomienda que internamente se evalúen y divulguen periódicamente los impactos y riesgos sobre el medio ambiente.

(Vea: Las oportunidades de la biodiversidad en los negocios)

Vale la pena destacar que dentro de las 23 metas planteadas dentro del MGB se espera que se trabaje en la restauración de zonas degradadas, así como también conservar las tierras, aguas continentales y marinas, reducir la contaminación, y movilizar recursos anuales para contribuir con la sostenibilidad.

(Lea más: Fondo Inmobiliario presentó tres nuevos proyectos solares para centros comerciales)

Entre las más destacadas se encuentra que empresas tienen la posibilidad de restaurar el 30% de todos los ecosistemas degradados, como se mencionó anteriormente, por esto, reiteran la necesidad de esta propuesta se garantice para el 2030.

“Para que las actividades de restauración sean eficaces, deben contar con recursos adecuados y ser supervisadas. Las metas no pretenden que las zonas estén recuperadas en su totalidad, dado que es un proceso a largo plazo, sino que hayan iniciado actividades de restauración eficaces”, indican.

(Vea también: El papel protagónico que las empresas tienen en la discusión sobre sostenibilidad)

Otro de los puntos se refiere a conservar el 30% de las tierras, aguas continentales y marinas. De esto modo se busca que la restauración se articule con las estrategias de conservación, para que el área intervenida tenga el manejo adecuado.

(Lea: BID Invest impulsa la movilidad verde en Colombia a través de un bono sostenible)

También, lo anterior garantiza que toda la utilización sostenible sea coherente con la obtención de resultados de conservación, así como también del respeto hacia las comunidades que habitan las áreas. Patricia Mendoza, socia de auditoría, de EY Colombia aseguró que la COP16 no es solo un evento diplomático, sino también es un punto de inflexión social, económico y político a nivel global.

“Estamos hablando de un rediseño completo de las reglas del juego para que las empresas no solo se adapten, sino que lideren con innovación. Este es un momento clave para que los líderes empresariales tomen acciones visionarias que asegurarán no solo el éxito de sus compañías, sino también un legado positivo para las generaciones futuras", señaló.

(Vea también: Se moviliza financiamiento para la protección de la biodiversidad rumbo a la COP16)

La discusión en torno a la sostenibilidad, en la mayoría de casos, ha tenido como agenda la financiación. En ese tema, el informe argumenta la necesidad de aumentar los recursos financieros relacionados con la biodiversidad procedentes de países desarrollados, para que estos mismos asuman voluntariamente las obligaciones de las Partes para las naciones que están en desarrollos. Para esto se explica que se requerirán de al menos US$20.000 millones al año para el 2025 y de unos US$30.000 millones para el 2030.

(Lea: Palmicultores alistan sus estrategias sostenibles de cara a la COP16)

Otras de las recomendaciones parte de incrementar “significativamente” la movilización de recursos nacionales, facilitada a partir de la preparación y aplicación de planes nacionales de financiación de la biodiversidad o instrumentos similares.

“Se debe apalancar la financiación privada, promoviendo la financiación combinada, aplicando estrategias de obtención de recursos nuevos y adicionales, y alentando al sector privado a invertir en la biodiversidad, mediante fondos de impacto y otros instrumentos”, indican.

(Vea más: Los retos medioambientales del país en la antesala de la COP16 de Cali)

Todo lo anterior se engloba, según el documento, en movilizar US$200.000 millones anuales para la biodiversidad de todas las fuentes, incluidos los US$30.000 millones de financiación internacional.

(Vea más: Kimberly-Clark logró que el 75% del material de sus productos sea biodegradable)

Adicionalmente, se refleja que el país ha venido avanzando en el establecimiento de planes de financiamiento para la biodiversidad, como por ejemplo la iniciativa de Biofin, en donde se ha llevado a cabo un análisis del gasto en esta materia y las aproximaciones financieras.

“De acuerdo con los resultados de Biofin (PNUD, 2022), en el periodo 2012-2021, en Colombia se invirtieron US$522 millones al año del presupuesto público en biodiversidad. En 2021, el gasto público en biodiversidad representó el 0,15% del PIB y 0,34% del gasto público del Gobierno nacional central”, indican.

(Lea: Foro Rumbo a la COP16: retos y apuestas por la sostenibilidad regional)

Así mismo, el 62% fue gasto de inversión relacionado con fortalecimiento del proceso de licenciamiento ambiental, la administración de áreas protegidas y la conservación de servicios ecosistémicos. El otro 38% correspondió a gastos de funcionamiento, tales como nómina y gastos generales de las entidades públicas del Sina.

(Vea más: Reutilización de agua y gestión de residuos, las estrategias verdes de El Dorado)

En el desglose, del gasto público en biodiversidad, el 43% fue ejecutado al nivel central; el 37% fue ejecutado por entidades territoriales y el 20% restante por las CAR, incluidos sus propios recursos.
“Pese a estos avances, todo el flujo financiero debería estar alineado con los objetivos de clima y biodiversidad. Todo el presupuesto nacional debería ser verde, no solamente aquella porción mínima que financia el Sina y que incluye el Sistema de Parques Nacionales Naturales”, destacan.