El sector empresarial de Colombia recibió, este jueves 17 de febrero, la triste noticia de que el constructor, y también activista político y social, Pedro Gómez murió a sus 90 años.
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Nació en 1929 en el municipio de Cucunubá, Cundinamarca y es reconocido por ser uno de los pioneros en la construcción de centros comerciales en Bogotá. 'Don Pedro', como la mayoría lo llamaba, desarrolló a partir de los setenta el primer centro comercial Unicentro, en Bogotá, al que le siguieron otros 23 en el país y un sinnúmero de urbanizaciones como Metrópolis, Calatrava y Sindamanoy, entre otras.
Pedro Gómez
Archivo EL TIEMPO
De profesión abogado de la Universidad del Rosario, se convirtió en juez civil en 1954. Después, para 1957, llegó a ser personero de Bogotá delegado. Dos años más tarde se convirtió en director del departamento de valorización de la capital colombiana.
Para 1960 entró al sector de la construcción como gerente fundador de Currea Aya y Mazuera LTDA, una compañía urbanizadora y constructora. Ocho años más tarde fundó la sociedad Pedro Gómez y Cia S. A.
Para 1980 se convirtió en miembro de la junta directiva de la empresa de Desarrollo y Renovación Urbana de Bogotá así como de la dirección del Banco de Colombia. En 1985 vivió una de las temporadas más difíciles de su carrera por las labores previas a la reconstrucción de Armero, Tolima, tras la avalancha del 13 de enero de 1985.
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En ese momento se convirtió en el gerente general del fondo de reconstrucción Resurgir, una empresa que creó el Gobierno para la restauración física, económica y social de las regiones devastadas por el Nevado del Ruiz.
Pedro Gómez
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Para 1987 se convirtió en embajador de Colombia ante Venezuela. En 1994 se destacó como secretario general del Partido Liberal. Años más tarde se incorporó en diferentes cargos a la Universidad de los Andes y en 1999 lo nombraron miembro del comité ejecutivo.
En 1994 fue presidente de la junta directiva del Instituto Ser y cinco años más tarde hizo parte del equipo negociador del proceso de paz. Desde los 2000 empezó a hacer parte de la Fundación Compartir hasta ocupar el cargo de presidente.
También fue miembro fundador de la Fundación ideas para la Paz. Ocupó el liderazgo de otras fundaciones como Fundación Rafael Pombo y Museo de los Niños. En 2013 recibió el Premio Portafolio Vida y Obra Empresarial por sus aportes a grandes complejos comerciales, urbanizaciones y hoteles.
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Pedro Gómez
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En una entrevista con esta casa editorial, en el 2009, afirmó que siempre tuvo claro que los urbanistas no deben hacer solo edificios sino pensar en las comunidades que las van a habitar.
Su filosofía lo llevó a desarrollar el concepto de parques temáticas educativos y con ello abrió en 2006 Divercity. Otra de sus grandes obras es La Floresta, sobre la carrera 68 en Bogotá, que con instalaciones de tipo comercial y habitacional incorporó dicha área a la ciudad.
Así como vivió una carrera de éxitos y reconocimientos, 'Don Pedro' despidió sus días con varios problemas en las empresas que llegó a liderar. En septiembre de 2021 la Superintendencia de Sociedades anunció la liquidación judicial de la sociedad Pedro Gómez y Cía S.A. tras un proceso fallido de reorganización.
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Pedro Gómez
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"La Superintendencia constató en una inspección judicial realizada 30 de julio de 2021, que la sociedad no cuenta con información financiera desde 2018 y que no viene ejecutando su objeto social desde septiembre de 2020”, explicó la entidad en ese momento.
Desde marzo de 2020, Gómez estaba presentando una crisis económica tras varias crisis que pasaron sus negocios en 2011, 2014 y 2016. A finales de los noventa, la debacle inmobiliaria afectó muchos empresarios del sector, y él no fue la excepción. De 180 empleados, la compañía pasó a 7 y de la misma forma tuvo que deshacerse de su avión privado, de su negocio hotelero y de invaluables obras de arte, para citar solo algunas cosas.
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Pedro Gómez
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“Ese es su talante”, comentó Roberto Moreno, presidente de la constructora Amarilo, en entrevista para EL TIEMPO en 2019, quien recordó cómo después de la crisis de finales de los noventa, y con el fin de unificar gastos, compartió oficina con don Pedro. “Fui testigo de cómo a pesar de las dificultades, él puso la cara y a todo el mundo le cumplió. Hoy, solo puedo definirlo como una persona honorable a quien aprecio como ser humano y visionario”.
PORTAFOLIO
