Pablo Emilio Escobar Gaviria murió el 2 de diciembre de 1993. El capo de la mafia fue abatido por un grupo de policías tras una intensa búsqueda por la ciudad de Medellín.
Casi tres décadas después de su deceso aún continúan circulando teorías alrededor del narcotraficante, no solo en torno a su muerte, sino también sobre el destino de su fortuna.
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Precisamente, en medio de una entrevista con el canal de Youtube 'Conducta Delictiva', Laura Escobar, sobrina de Pablo e hija de Roberto Escobar, reveló algunos detalles respecto a cómo se llevó a cabo la división de bienes entre sus familiares, un proceso que, según su relato, fue bastante "complicado".
De acuerdo con su versión, ninguno de los miembros de la familia Escobar tenía claro el monto del patrimonio de su tío. De hecho, en su testamento, el propio narcotraficante optó por hacer la repartición en porcentajes y no en cifras puntuales.
“No se sabía la cantidad de cosas que tenía el tío Pablo. El testamento fue en porcentaje porque no se sabía lo que había... Había muchos testaferros, algunos devolvieron las propiedades, pero otros no”, explicó Laura Escobar.
La mujer también aseguró que, si bien todos en su familia vivían bien, cada quien decidió cómo emplear el dinero que dejó el líder del Cartel de Medellín. "El tío Pablo dejó demasiado dinero, fue de cada uno conservarlo o malgastarlo", destacó.
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Respecto al testamento, Laura Escobar señaló que, aunque no se sabe con precisión el momento en el que el narcotraficante dejó el documento, quedó claro que su última voluntad era que su fortuna se dividiría de la siguiente manera: "El 50 % para mi esposa y mis dos hijos, las obras de arte y las joyas para mi hija, los carros de colección para mi hijo Juan Pablo. Del otro 50 %, un 1 % para una tía abuela que se llama Luz Mila y el 49 % restante, para mi papá, mi mamá y mis hermanos en partes iguales".
En su relato, la sobrina de Escobar resaltó, además, que este dinero trajo conflictos. “Muchas cosas se repartieron, pero en mi familia hubo pelea", agregó.
Pese a ello, también señaló que la herencia de su tío “fue una bendición porque cada uno puede seguir viviendo y estar tranquilo de que si es bien administrado puedes tener la tranquilidad para el resto de tu vida y para las nuevas generaciones".
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