¿Quiere dormir mejor? El 'simple hábito' que debe incorporar

Tener un sueño reparador es clave para la salud y son varios los factores que pueden colaborar para potenciar el descanso. Desde sumar o evitar alimentos, mantener algunos horarios y descartar productos nocivos, están dentro de los consejos que han enumerado los expertos durante años. No obstante, un reciente estudio demostró que hay "hábito muy simple" que mejora la calidad del sueño.

En 2018, el Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno estadounidense compartió su documento de "pautas para la actividad física" y remarcó los beneficios del ejercicio a la hora de dormir. Sin embargo, el debate siempre estuvo centrado en cuál es el momento del día más recomendado para hacer gimnasia.

Actualmente, el principio más común es evitar ejercicios de intensidad durante la noche. No obstante, un nuevo estudio realizado en Nueva Zelanda y publicado por la revista científica BMJ Open
parece demostrar lo contrario.

(Más: Mhoni Vidente dice a qué signos les irá mejor en el dinero del 12 al 16 de agosto).

La mencionada publicación describió que el estudio consistió de 28 personas, principalmente mujeres (el 71% del total de la muestra) de entre 19 y 39 años, con un rango diverso de índice de masa corporal.

Los participantes debían cumplir ciertos requisitos, como no fumar, no tomar medicamentos que afecten la glucosa o los triglicéridos y no tener intolerancias o alergias relevantes. Su rutina diaria incluía más de cinco horas sentados durante el día y al menos dos horas por la noche.

Durante una sesión introductoria, las personas fueron informadas sobre los ejercicios a realizar. El examen se centró en evaluar si interrumpir el tiempo sentado por la noche con ejercicios de resistencia influía en la calidad y cantidad del sueño. Precisamente, se trataron de pequeñas tareas como estiramientos, sentadillas, elevaciones de pantorrillas y flexiones de brazo.

(LEA MÁS: La curiosa razón detrás de la dificultad para dormir cuando envejecemos)

Finalmente, los resultados fueron muy alentadores: los participantes que efectuaron descansos regulares para hacer ejercicio, durmieron en promedio 29,3 minutos más que la noche después de estar sentados durante cuatro horas continuas.

El impacto acumulativo de estos 29 minutos adicionales es considerable si se tiene en cuenta que representa hasta 182 horas más de sueño al año.