A menudo, las relaciones tóxicas tienden a volverse vínculos adictivos en los que, los integrantes, a pesar de saber que no tienen una dinámica saludable, se sienten imposibilitados para abandonar la relación, algo que podría tener una explicación psicológica.
De acuerdo con el psicólogo español Tomás Santa Cecilia, la razón por la que las relaciones tóxicas se vuelven adictivas es porque las personas se tienden a aferrar a los buenos momentos, incluso si estos ya casi no están presentes en la relación o simplemente desaparecieron desde hace mucho tiempo.
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Según lo estipulado por el especialista en el blog Psicología y Mente, en términos psicológicos, lo que se desarrolla en la mente cuando se es presa de una relación tóxica es un "refuerzo intermitente", situación que provoca que al menos una de las partes esté a la espera de cuándo será la próxima vez que obtenga el afecto y trato que desea.
Este tipo de refuerzo se caracteriza por aportar emociones muy agradables, solo que de una manera esporádica, algo que se convierte en una adicción para la parte que solo recibe "migajas de amor", contribuyendo así a que se desarrolle una dependencia emocional.
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El experto acota que, esto produce las mismas emociones que en los juegos de azar, ya que, aunque se esté consciente de que el resultado puede no ser el esperado, la adrenalina de intentarlo y salir victorioso puede motivar el interés en preservar el vínculo sexo-afectivo.
De hecho, el psicólogo asegura que es como si le estuvieras echando monedas a la relación, con la esperanza de obtener un premio. Aunque, también es posible que quiera permanecer en una relación porque está convencido de que puede cambiar a su pareja para bien.
En este caso, es posible que sea víctima del llamado "síndrome del salvador", el cual de acuerdo con la psicóloga Lorena Muñoz consiste en una "tendencia a ejercer el rol de cuidador y ofrecer su ayuda, incluso cuando no es requerida", llegando al grado de anteponer las necesidades ajenas a las suyas.
Este síndrome, invocado por la escritora del blog especializado Psicólogos Málaga, suele presentarse en las personas que tienen baja autoestima, que no saben decir "no" y que buscan tener todo bajo su control, algo que las puede llevar a ser presas de las llamadas relaciones tóxicas.