Gracias al buen comportamiento de la producción de café, las exportaciones del grano vienen teniendo una dinámica positiva en el país. Sin embargo, el trabajo en las regulaciones internacionales y mejorar los costos del sector, continúan siendo un reto.
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En conversación con Gustavo Gómez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport), se aseguró que en la Cumbre Cafetera que se celebra en la primera semana de noviembre, se abordarán estos temas de las regulaciones, pero además las dinámicas que se vienen evidenciando en otros países.
Con el buen comportamiento de la producción, ¿cómo están las exportaciones?
Una mayor producción de café está asociada a más exportaciones. El incremento de producción sobre lo que calcula la Federación es de un 20%. Es decir, de octubre de 2023 a septiembre de 2024 pasó de 10,6 millones a 12,7 millones y las exportaciones en ese sentido tuvieron un crecimiento de cerca del 15%, pasaron de 10,3 millones a 11,9 millones de sacos.
Es un tema que obedece al fenómeno de El Niño. Contrario a otros cultivos, en café se asocia una mayor producción a más sol, eso sí, en sus justas proporciones y alternado con lluvias. Entre más café tengamos, más se puede exportar.
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¿Cómo ve la compra en café cereza?
Es un paso que se está dando. Cuando uno mira la compra en cereza versus pergamino, es un porcentaje muy pequeño. La mayor parte de la gente sigue vendiendo pergamino. Algunos exportadores también lo están haciendo, se están uniendo a la estrategia de montar centrales de beneficio, especialmente en el Huila.
Esto es un proceso que puede llegar a tomar tiempo, pero al final todas las cosas que contribuyan a que la calidad del café mejore, es excelente para el sector.
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¿A qué destinos están exportando?
Está Estados Unidos que compra más del 40% de la producción, le sigue como región la Unión Europea. Estamos siguiendo muy de cerca todo el tema del Pacto Verde Europeo, donde hasta ahora esperamos que se prolongue un año más la entrada en vigencia de la parte de cero deforestación. Hay un proyecto de modificación que parece que se va a aprobar en los próximos días.
Pero lo que está siendo además interesante es el mercado de Asia, especialmente China. En el primer trimestre alcanzó a ser el segundo más importante para el café y ha venido creciendo en los últimos seis años a doble dígito. Específicamente en 2023 aumentó 132% y en lo que llevamos de año corrido creció más de 190%.
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¿Cómo ve la apertura del mercado chino?
Es uno de los países con mayor población en el mundo. China está en un momento en el que está aprendiendo a tomar café y en el que son los jóvenes los que lo están haciendo, por eso es un mercado asegurado, no solo ahora sino a futuro. Poder participar es fundamental. Es clave que el Gobierno cuando entre en las negociaciones, que ahora están en un campo diplomático, se tenga en cuenta el café.
Actualmente el café en China tiene un arancel y nuestros competidores como Brasil, Vietnam, África y Honduras, están haciendo acercamientos para poder entrar con un arancel privilegiado. Es importante la relación diplomática y comercial con China para que nuestro café también pueda entrar con un acceso preferente.
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¿Han visto retos en la logística?
Hemos venido trabajando con las terminales portuarias, las líneas navieras y hemos organizado muy bien los procesos. En esa línea, en términos generales, la exportación de café ha fluido.
Estamos viendo con bastante cuidado, temor y preocupación, los bloqueos en las vías, sobre todo hacia el sur del país en Cauca y Nariño. Todo el café que se produce allá, sale por Buenaventura y los bloqueos y las situaciones de alteración de la seguridad perjudican mucho la operación de esa zona del país.
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Celebran en poco tiempo la Cumbre Cafetera, ¿qué expectativas hay?
Va a ser una agenda bien interesante. Primero por la presencia del Gobierno donde el ministro de Hacienda está confirmado y el gerente de la Federación. Allí se abordarán un poco las perspectivas del sector. Por ejemplo, estamos en un escenario en donde si tuviéramos más café podríamos exportar más y tener mejores beneficios e ingresos para las zonas cafeteras del país.
Se abordarán temas de oferta y demanda, el tema del precio, etc. También, el comportamiento de otros países como Brasil y Vietnam. Incluso, Centroamérica está con un problema gravísimo de mano de obra por la migración a Estados Unidos. Por eso ahí el único país que se consolida como un origen confiable de café es Colombia. Lo interesante es poder ver ese análisis, no solo de lo que pasa en Colombia, sino en el mundo, tanto en producción como en consumo.
Otro es el tema del Pacto Verde Europeo. Hemos venido trabajando con la Federación porque todavía hay un tema de legalidad que hay que seguir definiendo. Incluso, uno de los paneles es precisamente sobre lo que está pasando en la industria norteamericana. Uno de los riesgos que puede haber es que Estados Unidos tome la legislación de la Unión Europea y la aplique. Ahí ya no sería solo un 20% de la producción impactada, sino un 70% del café que debería estar sometido a esa reglamentación.
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¿El café está siendo un sector rentable?
En este momento sí, pero vía precio. No es que estemos siendo más eficientes en costos, porque la mano de obra sigue siendo un reto importante para el sector, pero los precios internacionales han ayudado mucho. Sin embargo, una de las grandes preguntas es ¿hasta cuándo vamos a cobrar con esos precios?
Y esto qué tanto puede afectar el consumo, porque al final, lo está pasando es que a la industria la materia prima se le triplicó y eso se puede reflejar en un aumento del precio del producto y la demanda de café, es elástica con el precio. Si se aumenta mucho, la gente deja de tomar café. Por eso hay bastante trabajo en temas de costos.
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¿Qué otros retos ve?
El tema de la sostenibilidad es el reto. Cuando uno comienza a ver la Granja a la Mesa, el Pacto Verde y todas las reglamentaciones que vienen desde los países internacionales, se visualiza una ola en esta materia. La gente está muy preocupada por el cambio climático.
Y en esa línea el consumidor quiere productos sostenibles y contribuir. Posicionarse como un país que al contrario de promover la deforestación, está reforestando, hace captura de carbono, tiene una agricultura regenerativa, etc, esa debe ser la apuesta de Colombia. Y esa es la estrategia o la tendencia más grande que se da a futuro.
