Crecimiento del agro, más por factores externos que por productividad

La agricultura colombiana ha venido mostrando signos de crecimiento, donde incluso en el resultado del PIB del primer trimestre fue el sector que más creció, con un 5,5% anual. A pesar de los buenos resultados, expertos del sector sostienen que el país necesita mayor productividad para lograr sostener esos avances en el renglón.

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Y es que se estima que varias condiciones externas como la baja en el precio de los insumos y el comportamiento positivo de algunas materias como el café, han favorecido el crecimiento económico en el sector. Aunque esto no debe ser motivo de confianza, ya que se requieren de medidas y políticas de fondo y de largo plazo que prolonguen el desempeño de esta rama económica.

De acuerdo con Cecilia López, exministra de Agricultura, hoy en día no se puede hablar de que el gran motor de la economía está siendo este sector, pues el precio de los commodities como el café y el cacao han tenido un buen comportamiento, contribuyendo al valor ganado en las exportaciones.

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Adicionalmente, la referencia que el precio de los insumos agropecuarios ha tenido una baja en el último año, hecho que se ha considerado un beneficio para las últimas cosechas, que además ya salieron en varios de los subsectores.

“Decir que ya empezó la sustitución del sector minero energético por agricultura, eso no es cierto. En términos generales el resto de la economía va muy mal y el sector se mantiene estable, por lo que comparativamente se ve bien. Pero hay que decir que actores externos han ayudado a mejorar la productividad del sector como incrementos en precios de commodities y reducciones en precios de insumos”, opinó la exjefe de cartera.

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Teniendo esto en cuenta, los expertos señalan que es importante tener estrategias que contribuyan en la durabilidad de ese crecimiento del sector en la economía del país. Por esto, si bien los aumentos se pueden deber al comportamiento de factores externos, la productividad del agro es la esencia de la sostenibilidad de su desempeño.

Según Andrés Valencia, exministro de Agricultura, aunque es probable que los precios internacionales no vuelvan a los niveles máximos alcanzados, especialmente los vistos durante y después de la pandemia, es fundamental que los costos de producción disminuyan y por ende, el valor de los bienes finales también.

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“Lo que en últimas puede afectar el crecimiento tiene que ver con que no se presente un aumento de cantidades, es decir, que no haya más productividad en el sector agropecuario”, explicó Valencia.

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Agregó que se debe destacar que varios sectores vienen creciendo positivamente, como ha sido el caso del café, la carne de cerdo, los huevos y la leche. Otros cultivos permanentes como el banano también han tenido comportamientos positivos, mientras que la palma de aceite está cayendo y “ello puede obedecer a problemas de productividad en la zona norte del país asociado a temas fitosanitarios”, dijo.

Por su parte, Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), manifestó que la cifra de crecimiento no es la marca del éxito del sector, pues este debería ir acompañado por rentabilidad, mejores costos de producción para tener consumo, y más empleos.

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Para Álvaro Humberto Ojeda, vicepresidente ejecutivo de Values AAA, se debe tener en cuenta que la sostenibilidad del crecimiento basado en la baja de precios de los commodities y del comportamiento favorable de las materias primas, es en gran medida una conducta coyuntural.

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Por esto, basar los aumentos en factores externos que son “tan” volátiles y están sujetos a cambios bruscos producto de diversas variables como el clima, las políticas comerciales internacionales, y las fluctuaciones en la demanda global, haría este tipo de crecimiento insostenible a largo plazo si no se acompaña de mejoras estructurales en la productividad y eficiencia del sector agropecuario.

“Las necesidades del sector dependen de si los precios internacionales se recuperan o los mercados de las materias primas cambian su comportamiento, es posible que el crecimiento se desacelere o incluso se revierta, especialmente si la base productiva interna no se ha fortalecido. En este sentido, el crecimiento que se experimenta bajo estas condiciones puede ser más bien temporal y susceptible a las condiciones del mercado global”, afirmó.

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Por otra parte, el ejecutivo destacó que en este momento Colombia requiere de un enfoque más robusto en la productividad agropecuaria, pues un crecimiento prolongado y pensado a largo plazo del renglón dependerá de la capacidad para mejorar los rendimientos por hectárea, optimizar el uso de recursos, innovar en procesos y tecnologías, y diversificar su oferta de productos.

“El incremento de la productividad permite que el sector sea más resiliente ante las fluctuaciones de precios y demanda, y fortalece su competitividad tanto a nivel nacional como internacional”, señaló Ojeda.

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Por ello, no tener un foco y además una política pública encaminada a sostener la productividad en el agro colombiano podría llevar al sector a una alta dependencia de los factores externos para promover el crecimiento.

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Según el vicepresidente de Values AAA, esto incide en que el agro se convierta en un sector mucho más vulnerable. “Invertir en infraestructura, capacitación, investigación, y tecnología para aumentar la productividad es crucial para que el crecimiento del sector agro no solo se mantenga, sino que también sea sostenible y resistente ante las condiciones adversas del mercado global”, detalló.

Mientras el crecimiento actual es positivo, depender únicamente de la baja de precios internacionales y el comportamiento de las materias primas no es una estrategia sostenible a largo plazo. “Colombia necesita priorizar el aumento de la productividad en su sector agropecuario para garantizar un crecimiento más estable y duradero”, concluyó Ojeda.

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