Paro camionero pone en vilo la inflación y el crecimiento del país

El paro camionero del 2016, con una duración de 46 días y afectaciones en casi todo el territorio nacional, es catalogado hasta el momento como la protesta más fuerte originada por el gremio de los transportadores, que en ese entonces rechazó varias normativas que les querían imponer y puso en jaque a las autoridades regionales y nacionales, generando un fuerte desabastecimiento en las principales ciudades.

En los últimos días los transportadores volvieron a ser noticia central de la agenda económica del país, puesto que se oponen a las alzas en el precio del diesel que quiere realizar el Gobierno nacional y debido a esto vienen adelantando una serie de bloqueos, principalmente en los alrededores de las ciudades capitales, con el fin de obligar a que se mantengan congeladas las tarifas de este combustible.

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La situación ha llegado a tal punto que varias plazas de mercado empezaron a reportar desabastecimiento de alimentos y otros productos de primera necesidad; cuyos precios empezaron a subir por ley de oferta y demanda. Esto de inmediato prendió las alertas por las consecuencias que esto acarree en el costo de vida y, a posteriori, en la decisión del Banco de la República sobre las tasas de interés.

María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, sostuvo que la prioridad del país es fortalecer las medidas de reactivación económica y avanzar en soluciones estructurales en la problemática del sector transportador; objetivo que se aleja por culpa de quienes se están tomando las vías de hecho en las calles.

“El aumento del precio del diésel en Colombia es una medida necesaria y responsable, que debió implementarse con mayor antelación para reducir la brecha existente. Si bien es comprensible la preocupación por el incremento en el costo de los insumos, es crucial mantener una política fiscal sólida y sostenible”, expresó Lacouture, quien también pidió tener en cuenta que la situación económica del país no es la mejor.

Con el fin de conocer qué tanto podría llegar a golpear el paro camionero al costo de vida, Portafolio consultó a varios académicos y centros de pensamiento económico, quienes coincidieron en que la protesta no se puede extender o de lo contrario le podría salir muy caro a los colombianos e incidir en la ya pronunciada desaceleración económica.

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Para Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, lo primero que hay que dejar claro es que los impactos del paro sobre la inflación no son inmediatos, aunque también advirtió que este tipo de medidas perjudican a la economía, porque afectan la movilidad de las personas y de los bienes de la canasta familiar.

“De persistir, este tipo de bloqueos pueden generar desabastecimiento de bienes esenciales, como medicamentos, alimentos y combustibles, poniendo en riesgo la leve recuperación económica que el país ha venido experimentando en 2024. Además, quienes más sufren económicamente por los bloqueos son las personas pobres y vulnerables, que derivan su sustento diario de actividades informales que se ven afectadas por este tipo de medidas”, dijo Mejía, a quien le preocupa principalmente la inflación de alimentos.

Entre tanto, Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, manifestó que además de los efectos del paro, hay que tener en el radar las implicaciones que conlleva subir el diesel, porque desde su perspectiva afectará directamente los costos de transporte de alimentos y otros productos esenciales, lo que resultará en un incremento en los precios de la canasta familiar.

Así mismo, respecto a lo que ya se está viendo, sostuvo que “algunas fuentes confirman que durante el día de ayer, durante el día de hoy, diversos alimentos que se traen sobre todo de los llanos de Boyacá han subido de precio entre un 10 y un 20%, algunos muy particulares en algunas zonas del país hasta el 60%, lo cual tiene un impacto directo sobre la capacidad de compra de todos nosotros como consumidores”.

En medio de la tensión por lo que pueda pasar con los precios al consumidor gracias al paro, el Dane publicó los datos del Índice de Precios al Productor para agosto, que sirven como antesala a lo que vendrá en materia de inflación y en esta ocasión dejaron una buena noticia, puesto que se rompió la racha al alza que traían desde hace dos meses.

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Según la autoridad estadística, “el IPP de la producción nacional, en agosto de 2024 presentó una variación de -1,13% respecto a julio de 2024”. Esta caída se generó principalmente por la baja en el precio de alimentos como la papa, las hortalizas y algunas frutas, además de algunos derivados del petróleo y la minería.

Sin duda esta buena nueva da un respiro para lo que viene, aunque para el profesor Hernando Zuleta, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, esto no debe quitar la vista de la urgencia de que se levante el paro camionero, que en su opinión, no puede pasar de una semana o dejará consecuencias.

“Por encima de ese lapso vamos a ver escasez sobre todo de bienes perecederos, como frutas y verduras, y ahí evidentemente se va a ver un efecto en precios grandes, golpeando primero al sector de supermercados, distribución de alimentos y probablemente el sector de restaurantes también se puede ver afectado negativamente y en el mediano plazo también cualquier sector que utilice insumos agrícolas que no están llegando a las ciudades”, explicó.

Por último, Andrés García, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, pidió no pasar por alto que “ya hay datos que muestran una caída importante en central de abastos como Bogotá, por ejemplo, y eso lo que va a hacer es tener un aumento de precios que se va a ver casi de manera inmediata”.

“Al haber este abastecimiento sobre productos de alta recurrencia, lo más probable es que los efectos en precios se vean en muy corto plazo y por lo tanto se deberían referenciar en los cálculos que se hagan frente a la estimación de la inflación para final de este mes”, concluyó este académico.

Algunos de los analistas que hablaron con Portafolio también señalaron que un paro prolongado también podría retrasar la esperada reducción de las tasas de interés por parte del Banco de la República, que calificaron como necesaria para impulsar el crecimiento económico y el empleo, complicando la situación fiscal de la Nación.