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Crecimiento

14 oct 2024 - 7:07 p. m.

Subejecución presupuestal de 2024 ‘cuida’ la regla fiscal pero sacrifica la inversión

La plata que realmente se está destinando a obras y proyectos es baja y al ritmo que va no se alcanzaría a usar todo lo que está presupuestado.

Pesos colombianos.

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Faltan menos de tres meses para que se acabe el año y la ejecución presupuestal es uno de los temas que más incertidumbre genera entre inversionistas y analistas económicos, puesto que el país está en una encrucijada en la que debe inyectar recursos, vía inversión, para frenar la desaceleración, pero tiene que cuidar el gasto, ya que hay serios problemas de caja y está en riesgo el cumplimiento de la regla fiscal.

Si bien el Ministerio de Hacienda ya hizo un recorte del gasto por $20 billones hace algunos meses, para los expertos esto no es suficiente por culpa de la caída en el recaudo tributario y las proyecciones de ingresos que se plantearon a comienzo de año finalmente no se cumplieron, como pasó con los litigios y arbitramentos. Diversas cuentas hablan de que por lo menos habría que bajar $30 billones más para la vigencia en curso.

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Y aunque el Gobierno ya dejó claro que no bajará el gasto del Presupuesto 2024, las dinámicas de ejecución presupuestal llevarían a pensar que esta disminución se podría estar realizando vía subejecución, ya que pese a que hay una gran cantidad de dineros comprometidos, la plata que realmente se está destinando para las obras y proyectos es baja y al ritmo que va, no se alcanzaría a usar en su totalidad todo lo que está presupuestado.

No se ejecuta

En efecto, el equipo de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá presentó recientemente un informe en el que advierte que el gasto en inversión está siendo el gran sacrificado, según el balance actual del Presupuesto General de la Nación del 2024, con corte a septiembre, en el que se destaca un aumento de los compromisos, pero se mantiene el rezago que se ha visto durante todo el año.

Pesos colombianos

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Frente a la subejecución explicaron que este fenómeno se estaría dando con matices y favorecería indirectamente el cumplimiento de la regla fiscal, ayudando a contrarrestar la sorpresa bajista en los ingresos tributarios y honrando los compromisos que adquirió en la actualización del Marco Fiscal de Mediano Plazo, para bajar el gasto en $50,8 billones.

“Si se parte de que lo apropiado en el Presupuesto General de la Nación de 2024 fueron $408,1 billones; esto quiere decir que del 100% de los recursos asignados podría ejecutar como máximo 87,6% para cumplir la regla”, acotaron desde el Banco de Bogotá.

Dicho esto reportan que a falta de tres meses para finalizar el año, el Gobierno ha comprometido 65,8% del total de apropiaciones (o gasto permitido), superando la meta volante de 65,3%, calculada por los investigadores, y colocando en duda desde esta óptica el cumplimiento de la Regla Fiscal, ya que iría por encima de lo permitido si se quiere quedar en los límites pactados.

“No obstante, los recursos comprometidos no son, necesariamente, equivalentes al gasto efectuado por la Nación. Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, los compromisos son la reserva de una parte de las apropiaciones para un gasto específico en el futuro, que se genera mediante actos y contratos expedidos por órganos públicos en su capacidad de contratar y comprometer el presupuesto”, agregaron.

Acá vale la pena recordar que en el caso de no ejecutarse el contrato, los recursos en reserva se liberan y representan, en las cuentas de la Nación, una especie de ahorro pues el gasto no se llevó a cabo, por lo que no se pierden, pero sí pueden entenderse como un compromiso que se dejó para más adelante.

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Con esto sobre la mesa, para el Banco de Bogotá una métrica más precisa a tener en cuenta para monitorear el gasto efectuado por el Gobierno son las obligaciones, que no son más que las exigibilidades del pago adeudado por una entidad pública como consecuencia del cumplimiento o perfeccionamiento de los compromisos adquiridos por la entidad. Es decir, son rubros que sí o sí se deben gastar.

En este sentido advierten que, durante los primeros nueve meses del año, las obligaciones fueron el 54,2% del total del Presupuesto General de la Nación, por debajo del límite antes mencionado de 59,4% para esta época del año, calculado por el equipo de Investigaciones Económicas de la entidad, que a su vez califican el balance como una noticia positiva para la sostenibilidad de las finanzas públicas, pero negativa en materia de actividad económica.

Banco de Bogotá

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“Por lo tanto, la brecha entre compromisos y obligaciones sugiere que el Gobierno está presentando problemas en la ejecución, ya que, si bien compromete los recursos, estos proyectos no se están llevando a cabo, reduciendo las obligaciones de pago del Gobierno. Sin embargo, esta situación no siempre fue la misma en lo corrido del año, siendo el primer semestre un período positivo para la ejecución”, explicaron.

Golpe a la inversión

Aunque en primera medida esta subejecución parece buena, ya que permite cumplir con la regla fiscal, en el reporte se advierte que después del anuncio de las autoridades de recortar el gasto, el rubro con mayor sacrificio ha sido el de inversión y que mientras la brecha entre compromisos y obligaciones en el gasto de funcionamiento ha sido atípicamente baja, este descenso es más fuerte en este renglón.

“De esta forma se sugiere que en funcionamiento el Gobierno compromete recursos y genera obligaciones de pago (ejecuta proporcionalmente), en el gasto de inversión la brecha inició baja, pero desde el segundo trimestre empezó a incrementarse hasta el punto que en septiembre se ubicó cerca de máximos históricos”, manifestaron al respecto.

Crecimiento económico

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En pocas palabras, la Nación compromete rubros para invertir, pero no está ejecutando los contratos para no generar obligaciones y, así, sanear las finanzas públicas con el aplazamiento de dichos recursos.

“De tal forma, el saneamiento de las finanzas públicas, dadas unas restricciones presupuestales que se deben cumplir para garantizar la estabilidad macroeconómica del país, no solo afectaría el nivel de actividad del segundo semestre sino también el de largo plazo, dada la relevancia de la inversión pública sobre la formación de capital fijo en el país, en especial de infraestructura”, concluyeron.

Desde el Banco de Bogotá recalcaron esta es la consecuencia de la aprobación de un presupuesto desfinanciado (el de 2024), al tiempo que se gasta de forma importante y se busca solucionar una situación de caja apretada, poniendo una alerta más en los cálculos que se hacen para la vigencia de 2025.

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