El trabajo constituye una parte importante en la vida de muchas personas. Sin embargo, el tipo de ambiente en el que se desarrolla puede hacer la diferencia entre tener o no bienestar como empleado.
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Un mal entorno laboral puede ser el detonante para que los niveles de estrés se disparen, se deteriore la salud física y la productividad se vea reducida. De ahí la importancia de que los colaboradores reconozcan los signos para identificar cuándo se está fomentando un espacio tóxico.
Señales de alerta
Un ambiente de trabajo tóxico se puede entender como aquel en el que los empleados están sujetos a un estrés físico o psicológico continuo que excede su capacidad de afrontarlo. De acuerdo con Adecco, firma especializada en recursos humanos, hay algunas características que se suelen asociar a estos lugares:
- Falta de comunicación: cuando hay un mal entorno laboral, es difícil acceder a los canales de comunicación o, en su defecto, estos no son claros.
- Negatividad constante: los empleados pueden enfrentar críticas, culpas o humillaciones. A esto se le suma la falta de retroalimentación y la baja moral.
- Abuso verbal: el acoso o la intimidación por parte de colegas o superiores crean un ambiente de trabajo hostil, lo que a su vez tiene un efecto en la confianza y en la construcción de relaciones.
- Carga de trabajo: una carga de trabajo excesiva con plazos y expectativas poco realistas puede provocar estrés crónico, agotamiento y una disminución general de la satisfacción laboral.
- No hay una dirección clara: de acuerdo con Adecco, un ambiente laboral tóxico suele carecer de objetivos y una visión clara respecto al rumbo que se le quiere dar a la organización. Esto, además de dificultar la comunicación, puede generar confusión respecto a las funciones de los trabajadores, así como frustración por las metas no alcanzadas.
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Ambiente de trabajo
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¿Qué hacer en esta situación?
La firma recomienda mantener un registro de comportamientos específicos, incluidas fechas, horas y personas involucradas. Esto puede servir para abordar una situación formalmente.
Así mismo, se aconseja establecer límites para determinar que qué es aceptable e inaceptable en términos de tratamiento, carga de trabajo y expectativas. Buscar apoyo también es un paso clave para poder obtener otra perspectiva de la situación y resolver inquietudes.
Considerar las opciones disponibles y buscar alternativas profesionales es un aspecto a considerar en caso de que no se sienta cómodo en el lugar de trabajo. Otra opción es abordar la situación con un supervisor de confianza, un representante de recursos humanos o una figura de autoridad designada.
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