Crisis financiera de la salud amenaza con agravar los líos de entrega de medicamentos

La situación del sistema de salud continen estado delicado, ahora con más fuerza por el desabastecimiento de medicamentos, ya que según los expertos, el aumento en el déficit del suministro de productos farmacológicos y de cuidado médico se estaría dando es por cuenta del desfinanciamiento en salud.

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De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos (Anif), la insuficiencia de recursos para el sistema, cada día se hace más evidente, y con el el desabastecimiento son los pacientes los que empiezan a sentir el desbalance actual dentro del sistema de salud.

Según Anif, el desfinanciamiento en el sector es una de las causas del aumento del gasto de bolsillo que impacta directamente al ciudadano, y prueba de ello es que el gasto en salud en el país en el segundo trimestre de este año aumentó en un 5,1%.

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Además, en los últimos días las alarmas se han disparado por la creciente falta de entrega de medicamentos. De acuerdo con un informe publicado por el Invima, con corte a julio de 2024, el 2,5% de los fármacos del país se encuentran desabastecidos y el 2,3% están en riesgo de desabastecimiento, “lo que sugiere que en el corto o mediano plazo puede no contarse con existencias, ante una contingencia”, menciona el Centro.

De acuerdo con datos más detallados del informe, se destacó que cerca de 180 de 396 medicamentos se encuentran en monitoreo, es decir el 45,2% de estos.

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En contraste, según el Invima, más de la mitad de estos productos cuentan con disponibilidad inmediata, aunque afirman que “es responsabilidad de los titulares mantener la disponibilidad de los medicamentos e informar, de manera inmediata, la no comercialización”.

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Sin embargo, según Anif, la autoridad sanitaria sostiene que los motivos de este desabastecimiento obedecen “en gran medida” al comportamiento del mercado, por ejemplo, el aumento de la demanda.

También, destacan como razones la mayor prescripción de ciertos medicamentos, problema en la adquisición de materia prima, pocos oferentes, baja rentabilidad, limitación en la producción internacional y nacional, demoras en el proceso de importación, nacionalización y registro sanitario, y  aumento en el precio de insumos, entre otros.

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Para Camilo Herrera, fundador de la firma Raddar, aunque la salud no es el sector que más crece en materia de gasto, sí es de importancia entender las razones por las que este indicador se empieza a comportar de esa manera.

Una de ellas del aumento del gasto es el incremento del consumo en medicamentos, tanto en los Over the Counter (OTC) o más comúnmente conocidos como de venta libre, y de los recetados.

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Aunque estos segundos tienen una dinámica diferente por ser prescritos por médicos adscritos a las EPS, quienes hacen entrega de los mismos, pero por cuenta del desabastecimiento no han podido hacerlo o se retrasa el tiempo de entrega, llevando a la gente a resolver el problema porque “no pueden darse el lujo de esperar”.

“Esto es parte del problema de desabastecimiento de medicamentos en los últimos dos años. No se trata de una situación actual, sino que sistemáticamente los hogares están teniendo que comprar más medicamentos de los que normalmente les daba su plan de salud”, afirmó Herrera recientemente.

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Por su parte, Anif agregó que aunque el último informe del Invima muestra que menos del 3% de medicamentos está desabastecido, hay preocupaciones sobre el futuro suministro debido a diversos factores asociados, particularmente al aumento en la demanda y la falta de recursos de las EPS para hacerle frente.

Vale la pena recordar que según el último informe de Así Vamos en Salud sobre tutelas, quejas y reclamos, el dato de tutelas pasó de las 59.371 en el 2023 a un total de 84.445 en los primeros cuatro meses del año en curso.

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Uno de los factores que ha contribuido en el incremento de estos recursos jurídicos es la escasez y falta de entrega de fármacos. Incluso, este factor fue el segundo con más acciones de tutela con un total de 22.676.

En contraste, dentro del reporte de Anif, al analizar el número de reclamos en salud realizados a la Superintendencia de Salud, se observa que los reportes del primer semestre de 2024, asociados a la entrega de medicamentos, disminuyeron con respecto al año pasado.

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Sin embargo, luego de la visita del superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, a un gestor farmacéutico, se identificó que más de 5.000 medicamentos no habían sido entregados en los primeros cinco meses del año, con retrasos superiores a los 100 días.

“En particular, la Organización de Pacientes de Alto Costo informó en agosto que cerca de 45 medicamentos vitales para tratar pacientes con este tipo de enfermedades, registraba demora en las entregas”, destacaron.

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Para este centro de estudios económicos, la escasez de medicamentos y equipos médicos es solo “la punta del iceberg” del desfinanciamiento del sector de la salud, en el cual los actores están sintiendo con mayor fuerza el problema del flujo de recursos.

“Gremios del sector farmacéutico y asegurador han advertido las consecuencias de la falta de financiamiento en la atención de servicios de salud y en el suministro de medicamentos”, dicen.

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Y agregan que aún persiste la incertidumbre ante la propuesta de reforma de salud que se espera que el Gobierno presente al Congreso en la nueva legislatura, así como también la asignación del presupuesto para el sector, teniendo en cuenta el faltante en las necesidades de aseguramiento como la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y recursos de presupuestos máximos.