A la espera de que en los próximos meses se conozca la apuesta oficial del Banco de la República para impulsar las finanzas abiertas y la interoperabilidad entre entidades financieras en Colombia, los líderes del mercado fintech siguen poniendo propuestas sobre la mesa para mejorar la experiencia de los usuarios y el acceso a los servicios digitales, con la mira de conquistar a quienes actualmente acuden a la informalidad.
En diálogo con Portafolio, David Ballesteros, country manager de Belvo, advirtió que si se quiere llegar a la gente de a pie es necesario implementar medidas disruptivas y entender que hoy en día existen muchas limitantes, como la tasa de usura o el acceso a datos, que deben ser revisados, dejando atrás los recelos y aceptando que la información es de los ciudadanos y no de los bancos o instituciones.
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¿Cómo va la carrera de las fintech?
Creo que, como lo dijo David Vélez (CEO de Nubank) en Barranquilla hace unas semanas, estamos en el minuto uno de este partido y estamos viendo una constante evolución y transformación de la banca tradicional de la mano de las fintech, que están pidiendo para desplegar sus casos de éxito, su tecnología e impactar al ciudadano de a pie. Hablamos de una coyuntura muy especial dentro de la gran revolución que comenzamos para generar grandes cambios, que dependen mucho de la regulación.
Colombia vive una coyuntura muy especial en la que si vemos la región, destaca la penetración que han tenido las billeteras aquí. Somos el tercer país Latinoamericano con mayor penetración de billeteras como Nequi, Daviplata o Movii. Es una realidad que se está viviendo con pasión y en la que todos los días nos levantamos y trabajamos en esto, vibrando de qué va a pasar.
¿El partido está en contra o a favor?
En lugar de bueno o malo, pensamos que este es un momento en el que el regulador tiene que tomar una posición para poder brindarle oportunidades a las fintech, para poder nivelar la cancha y que podamos desplegar esos casos de uso. Hay tres temas regulatorios, que hacen parte de la triada que estamos promoviendo en Colombia Fintech, que son de mucha importancia y que actualmente dependen del regulador.
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Un caso, por ejemplo, es lo que pasa con Bre-B y la revisión de los pagos interoperables en tiempo real, aunque también pasa por las finanzas abiertas, que en este momento están en manos de la Unidad de Regulación Financiera y de la Superintendencia Financiera y lo que hemos denominado como la liberación de la tasa usura, que también es un proyecto que se está trabajando con el ente regulador.
¿A qué apuntan con esa triada?
Arranquemos por el acceso a la información. Cuando hablamos de los pagos, creo que estamos sobre diagnosticados y está claro que más del 75% de las transacciones se hacen en efectivo y eso es un número escandaloso que debemos reducir entre todos, como fintech, como sector financiero, como entidades financieras, como Gobierno y como país, pero para que eso pase, es necesario acabar con las limitaciones y una de ellas es el manejo de los datos.
Cuando pensamos en un sistema como el de Brasil, que es el sistema PIX, que es un gran referente a nivel mundial, allá se logró bajar el uso del efectivo del 70% a menos del 20%. Lo lograron gracias a una transformación digital que ayudó a la inmediatez, a la reducción de costos y a que el manejo del sistema para el usuario fuera lo más simple posible. Si eso no se hace de esa forma, seguiremos viendo barreras.
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¿Qué hacer con el gota a gota?
Debemos mejorar la experiencia de los usuarios y ser atractivos para que la gente no ahorre bajo el colchón y por el contrario que se la juegue por un ecosistema articulado entre las fintech y en las entidades financieras. A eso debemos sumarle la educación financiera, explicarle al ciudadano cómo manejar sus recursos y generar riquezas por medio de las alternativas que se están creando.
Si no les damos la bienvenida al sistema financiero a esas personas, les tocará irse a un crédito abusivo, que es lo que en Colombia lo conocemos como gota a gota. Para eso necesitamos finanzas abiertas, conocer los estados, el movimiento y la forma en la que podemos ayudarle a las personas a mejorar su situación, claro está, con una regulación sólida y acorde a las necesidades del mercado.
¿Por qué liberar las tasas?
En la tríada que ya hemos estado mencionando, tenemos la liberación de tasas de usura, es decir, ese porcentaje que se le puede cobrar máximo de interés a los usuarios que acceden a un crédito formal, porque en Colombia Fintech creemos que eso se convierte en un limitante, ya que el crédito siempre va a implicar un riesgo.
David Ballesteros, country Manager de Belvo en Colombia.
Cortesía - A.P.I.
Liberando la tasa de usura se permite a las empresas de crédito, las empresas de Fintech o entidades financieras, que puedan situar el interés del crédito de acuerdo al riesgo que tenga la persona. De esa forma, puede que el sistema lo vea como un cliente riesgoso al que las fintech le pueden abrir la puerta, asumiendo lo que eso conlleva y con préstamos que muestren una confianza mutua. Las tasas limitan mucho el apetito.
¿Han visto interés desde el mercado?
Yo creo que sí y prueba de eso está en el respaldo de la opinión pública, la acogida desde diversos sectores y el interés del ente regulador por escuchar al gremio con estos tres temas, en particular con el tema de la tasa de usura y su liberación, así como con el manejo de los datos abiertos. Vemos a un Banco de la República jugado para que Bre-B, ese nuevo sistema de pagos interoperables, funcione.
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Esto no aguanta ni otro gobierno, ni otro año, ni otro superintendente. Esto tiene que quedar hecho de manera inmediata y por eso es que tenemos tanta energía en estos temas y a la hora de comunicar este tipo de necesidades que tiene el sector. Las conversaciones que se están dando también son prueba de que vamos bien y eso es algo que nos llena de mucho optimismo hacia el futuro.
