Entre los impuestos que impactan al consumidor, uno que suele estar en el foco de la conversación es el llamado 4x1.000. No obstante, en la mayoría de casos el conocimiento que se tiene alrededor de su funcionamiento y utilidad es superficial.
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Lo primero que hay que saber es que el también conocido como Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) es un tributo que se aplica a diferentes movimientos financieros que realizan los colombianos.
Este mecanismo consiste en que por cada mil pesos de una transacción (ya sea un retiro, un traslado o un pago) cuatro pesos serán destinados al pago de este tributo. Si se quiere ser más técnico, el GMF es igual al 0,4 % del valor de la operación.
Para que se haga una idea, si realiza un retiro por $1'000.000, deberá pagar $4.000 por valor de este concepto. Es decir, que, para poder llevar a cabo la transacción, tendría que tener en su cuenta al menos $1'004.000.
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Cajero automático
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¿Y a dónde se va ese dinero?
El dinero que se recauda a través de este gravamen es recolectado por los bancos. Sin embargo, su destinatario final es el Gobierno, por lo que estos recursos pasan a formar parte de las cuentas del Estado.
De manera general, lo recaudado se emplea para el financiamiento de programas sociales, de seguridad y salud.
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Banco
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Excepciones del 4X1000
Las cuentas de ahorro con una actividad mensual inferior a 350 UVT están exentas del cobro de este impuesto, es decir, en el caso de este 2024 ese valor está establecido en 16,4 millones de pesos.
De llegar a sobrepasar ese límite, el Estatuto Tributario señala que el usuario puede tener una cuenta con el beneficio de exención. Para poder llevarlo a cabo, el titular deberá solicitar e indicar ante la respectiva entidad financiera qué cuenta se verá beneficiada.
Además, el GMF tampoco se incluye si las transferencias entre cuentas corrientes, o de ahorros se encuentran en la misma entidad bancaria y están a nombre de un mismo y único titular.
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