Aunque el perfil de Gobierno del presidente Iván Duque ha tenido un tono conciliador, los temas de comercio exterior lo obligarán a tomar partido y una posición firme. Así lo tendrá que asumir el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, ante desafíos como el fin del plan de chatarrización, que luego de 13 años no ha tenido grandes avances y que ha calado mal en las huestes estadounidenses. De igual manera, deberá hacerle frente a las presiones europeas, por el pleito comercial de las papas congeladas, y a la poca oportunidad para productos nacionales en los acuerdos con Japón y Turquía.
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Esta semana el Congreso le dio ‘luz verde’ a la entrada del país a la Ocde, ¿qué compromisos siguen con esta organización?
La Cámara y el Senado dieron un muy buen mensaje para el país con esta aprobación, porque nos da la posibilidad de tener acceso a buenas prácticas internacionales, que pueden incrementar la inversión extranjera en Colombia. Acompañé al presidente Duque en su presentación formal a la Ocde y ya hay una ruta sobre los compromisos más urgentes. De hecho, hay un documento público de la Ocde donde hacen una serie de recomendaciones en tres líneas: legalidad e instituciones; emprendimiento y productividad y el último, sobre equidad. Ya el DNP va a empezar a participar en las diferentes mesas técnicas de la Ocde. En lo que tiene que ver con este ministerio, ya hay un reconocimiento de que vamos por el camino correcto con nuestra estrategia Estado Simple, Colombia Ágil.
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¿Qué balance hace de sus primeros 100 días al frente de la cartera de Comercio?
En estos primeros 100 días hemos trabajado en seis grandes líneas. Nos hemos reconectado con las regiones con más de 20 visitas, porque encontramos una sensación de orfandad con los empresarios de esos departamentos. Segundo, lanzamos la campaña Estado Simple, Colombia Ágil, para la simplificación de la relación del empresario y el ciudadano con el Estado, donde está incluido el tema de la intervención de trámites que van en contra de la productividad y competitividad. Ya hemos hecho más de 70 intervenciones y serán 100 antes de finalizar el año.
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También, instalamos la mesa de facilitación del comercio, donde identificamos más de 110 acciones para facilitar las exportaciones e importaciones, de las cuales ya hemos cumplido el 20%, además, desarrollamos la Mesa Anticontrabando, y hemos puesto en marcha planes de choque, que benefician sectores como el del acero o el textil y confecciones. Cuarto, ya empezamos a desarrollar las fábricas de productividad al interior de unas 200 empresas; la idea es que el próximo sean 1.000 y al finalizar el mandato del presidente Duque sean 4.000. Quinto, hay un enfoque claro con el tema de economía naranja y el emprendimiento, por lo que ya se han publicado líneas de crédito, respaldo y financiamiento con Bancóldex e Innpulsa. Y sexto, lanzamos el plan sectorial de turismo, que es la hoja de ruta que se ha construido con las regiones para potenciar este sector que en Colombia debe convertirse, como lo ha dicho el Presidente Duque, en el ‘nuevo petróleo’.
¿Qué pasará el próximo año si no finaliza el 1 a 1de chatarrización? ¿EE. UU. revisaría el TLC y sus beneficios? ¿El país podrá quedar excluido de los aranceles al acero y al aluminio?
Tengo que decir que la carta que firmó la anterior administración sobre el compromiso de acabar el 1 a 1 en 2018, a cambio de una pérdida de beneficios del TLC con Estados Unidos, no se debió firmar.
En las últimas visitas a EE. UU. logramos extender ese plazo, junto con la ministra de Transporte, para que fuera en junio del próximo año. A pesar de que nos encontramos con un proceso de chatarrización no muy avanzado, el compromiso es ese, junio del 2019. Lo que el país debe tener claro es que no pondremos en riesgo uno de nuestros socios comerciales más importantes. Las visitas a Estados Unidos también han tenido otros dos enfoques. El primero, el tema del acero y el aluminio, donde hemos pedido que nos asignen unas cuotas de entrada, pero eso no será de la noche a la mañana. Y por otro lado, seguir ahondando en temas de admisibilidad sanitaria para productos colombianos a ese mercado, como el pimentón, melones y sandías. Seguimos con la estrategia de aprovechamiento de los acuerdos de libre comercio.
El tema de las sanciones a las papas congeladas parece escalar cada vez más con la UE y la OMC, ¿qué plan tiene el Gobierno para manejarlo?
Hay que decir primero que la decisión se tomó luego de una rigurosa investigación técnica, sin intromisiones políticas. También, tenemos referencias internacionales; Brasil y Suráfrica ya han tomado unas decisiones similares contra papas congeladas europeas. Es una decisión importante para la protección de la industria nacional. Reconocemos que Bélgica y la Unión Europea tienen el derecho a pedir que se reconsidere la decisión en el escenario multilateral de la OMC, lo que abriría una discusión muy interesante, que afrontaríamos por los canales regulares.
¿En qué se ha avanzado en las negociaciones de acuerdos comerciales que estaban en marcha como el caso de Japón, India, Turquía? ¿Qué ha pasado con la ratificación del TLC con Israel?
Con Japón y Turquía pasa algo similar y es que nos hemos reunido con ellos y resulta que la oferta sigue siendo muy limitada. Los cupos de exportación de productos colombianos no se han ampliado, por lo que no se ha avanzado en esta negociación de acuerdos comerciales. Lo de Israel está ante la Corte Constitucional, solo que ésta ha tenido otras discusiones como prioridad en su orden del día. Con Panamá vamos por buen camino para solucionar los temas comerciales pendientes con ellos, pero no se ha hablado todavía del tema del TLC.
Andrés Felipe Quintero Vega
