Hace unos meses, el racionamiento de agua en Bogotá se decretó con una esperanza: que el ahorro de los primeros meses y el fenómeno de La Niña en agosto y septiembre pudiera frenar la crisis ambiental en el sistema Chingaza, que provee el 70 % del agua potable a la capital. Sin embargo, La Niña no llegó con la fuerza que se esperaba, estuvo 40 % por debajo de su fuerza habitual y el nivel de los embalses volvió a estar en números negativos.
En medio de una rueda de prensa, el alcalde Carlos Fernando Galán afirmó que la situación requiere medidas drásticas.
“Si para el 21 de septiembre no aumentan las lluvias, Bogotá tendrá que avanzar en una restricción mayor. Desde el principio lo advertí, evaluaríamos constantemente si se aumentaban o disminuían las restricciones. En vista de que no ha habido las afluencias necesarias, se tomarán medidas más restrictivas, de manera que para el siguiente ciclo que termina el 28 se sepa si los ciclos vuelven a ser cada 9 días y no 18. El objetivo es tomar la decisión una semana antes (el 21 de septiembre) de que termine el ciclo actual que empezó el 11 de septiembre”, dijo Galán.
(Lea: Minminas presentó las zonas que serán priorizadas como distritos mineros)
Así las cosas, se volvería al racionamiento diario en la capital.
La Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA) afirmó que también se está estudiando la opción de implementar topes de consumo. Los estratos del 1 al 4 deberían tener un máximo de 12 metros cúbicos por segundo, mientras que en estratos 5 y 6 debería haber máximo 9 metros cúbicos.
"Estamos esperando que haya un proyecto de resolución publicado para comentarios, para poder entender cuáles son esos topes y los mecanismos para aplicarlos a los usuarios (...) la reducción del umbral van a tener un impacto en la tarifa", indicó la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAAB), Natasha Avendaño.
(Lea: 'No vemos medidas concretas': Contraloría, sobre crisis energética en el Caribe)
Chingaza
Loren Buitrago/CEET
Y es que, según datos entregados por las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible en Colombia (CAR), el nivel de los embalses no solo ha disminuido, sino que presenta tendencias negativas. Todo apunta a que la meta planteada a inicio de año (de llenar al 70 % los embalses) no se cumplirá. El nivel de Chuza (uno de los embalses que conforma el sistema Chingaza) se ubica actualmente en 37,7 %; y aunque San Rafael (otro de los embalses del sistema Chingaza) se encuentra en más del 70 % y sigue subiendo, su capacidad es muy mínima: no alcanza a abastecer a la ciudad.
(Lea: ¿Qué hacer con las plataformas petrolíferas abandonadas que aún ocupan nuestro océano?)
“El mes de agosto se consolidó como el más seco del sistema Chingaza en los últimos 55 años”, afirmó Avendaño. Además, agregó que desde la EAAB han visto que “se notó un relajamiento por parte de los usuarios”.
Chingaza.
EL TIEMPO
La posición de Avendaño fue respaldada por Galán, quien afirmó que “necesito una ayuda adicional de parte de ustedes, desde hace tiempo lo advertimos, y es que no solo se necesita agua para septiembre y octubre, también se necesita para enero, febrero y marzo del otro año”.
(Lea: Las medidas con las que buscarán mitigar posible desabastecimiento de agua en Bogotá)
Aún nada es seguro, pero de aceptarse las medidas de racionamiento y topes, estas deberán ser anunciadas oficialmente el 21 de septiembre para ser implementadas a partir de octubre.
LOREN BUITRAGO
PORTAFOLIO
