El gas licuado de petróleo (GLP) podría ser un energético crucial en la transición energética, puesto que podría reemplazar a otros más contaminantes como el diésel para el caso de la generación eléctrica en zonas no interconectadas o como combustibles para transporte.
Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana de GLP (Gasnova), señaló que a pesar del alto potencial se necesitan señales de Gobierno, así como claridad sobre el abastecimiento para los próximos años.
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¿Cómo analiza los datos de reservas y las señales de abastecimiento para los próximos años en el caso del GLP?
Nos preocupa que no se sabe bien cómo va a estar el abastecimiento de gas natural; el offshore no está tan claro, Ecopetrol tuvo que suspender la línea de transporte del pozo Orca, que lo iba a lanzar hasta Chuchupa porque tiene que revaluar el pozo. Tampoco sabemos qué va a pasar con la planta regasificadora del Pacífico, qué tan viable va a ser y cómo va a arrancar. Hay mucha incertidumbre sobre la importación de Venezuela, entonces hay un tema de abastecimiento complicado para el gas natural.
En materia de GLP, este puede ayudar en parte: no es la solución, pero sí es una ayuda.
Tampoco tenemos claridad sobre qué tanto espera el gobierno del GLP en materia de transición, sobre cantidades requeridas el sector residencial en cuanto a sustitución de leña y la cobertura en el país, pero tampoco sabemos con respecto al autoGLP para la movilidad o de nautiGLP o de gas su uso para generación eléctrica en zonas no interconectadas (ZIN).
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¿Están analizando otras opciones de abastecimiento para los próximos años?
Ya estamos importando 10% de nuestra oferta y en unos tres años vamos a tener que importar alrededor de 50%. Hay una ventaja y es que nosotros ya estamos pagando el precio de los Estados Unidos, entonces a medida que suban las importaciones va a aumentar el precio porque hay que incorporarle el costo del transporte hasta Colombia, pero el precio del energético ya tiene incorporado el precio internacional.
Alejandro Martínez Villegas, presidente de Gasnova
Cortesía
Esto es diferente al mercado del gas natural que forma precios en Colombia, porlo que están acostumbrados a US$4 por millón de BTU, cuando el precio internacional ronda los US$12.Eso implica que en el escenario de importación el precio se va a incrementar.
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Nosotros traemos a unos US$9 por MBTU y hasta US$11 incorporando precio de transporte.
Sería bueno que se aumentara la oferta nacional, pero las proyecciones hasta el momento indican que no. En un escenario de importación el GLP sería competitivo frente al gas natural, además de que las inversiones para importar gas licuado de petróleo son mucho menores que para traer gas natural.
¿Hasta el momento qué señales han evidenciado sobre mayores necesidades de GLP?
La información que tenemos sobre GLP no es lo suficientemente detallada, por eso se decidió hacer un Plan de Abastecimiento exclusivamente para este energético.
¿Qué consumo tiene el país?
Estamos consumiendo alrededor de 700.000 toneladas al año. Eso es una décima parte de lo que se consume en Brasil, por lo que somos un mercado muy pequeño y el potencial de crecimiento es muy alto.
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¿Tienen proyecciones de crecimiento para los próximos años?
Si seguimos como vamos, con un consumo de un tercio industrial y dos tercios residencial vemos un crecimiento de entre 1,5% y 1,7%. Pero si el Gobierno quiere impulsarlo, el escenario puede ser mucho mayor. Hasta el momento, las proyecciones son bajas con los escenarios que plantea la Upme, porque esperan la entrada de los proyectos renovables no convencionales y la tasa de crecimiento no sería tan alta.
Se aprobó un subsidio para la conexión de gas natural en viviendas y podría ser positivo para el GLP. ¿Qué analiza de esta medida?
Es un paso en la dirección correcta que el Congreso haya establecido la financiación de 70% para las acometidas y redes internas para vivienda VIS y VIP. Es una decisión correcta hacia el propósito de ampliar la cobertura de GLP.
También está avanzando el proyecto que amplía de seis a 12 departamentos el subsidios para estratos 1 y 2 de subsidios para los cilindros, que es una muy buena noticias, porque es el único servicio público que no tiene subsidio. Esto cuesta unos $130.000 millones más sobre los $80.000 que se destinan a los seis departamentos piloto.
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Este es un subsidio mucho menor que el de otros servicios, como el de gas natural o el de electricidad.
¿Qué otras señales requieren para impulsar el GLP?
Lo primero que debemos tener es una proyección de demanda, no solo para residencial, industrial y comercial, sino también para nuevos usos, como combustible vehicular, náutico o generación eléctrica para sustituir diésel en ZNI.
Necesitamos señales claras de qué espera el gobierno en cuanto al GLP la transición energética, porque eso va a determinar el nivel de crecimiento que el sector va a tener, qué tanta inversión se requiere.
Lo segundo es que se está avanzando en el Congreso de la República en ampliar la cobertura en materia sector residencial por el proyecto de ley de ampliación de subsidios al consumo GLP en cilindro.
Hace falta una definición de política por parte del Ministerio de Transporte que le dé un impulso al uso de este energético en movilidad tanto para carga como transporte pequeño, que ya ha tenido avances en conversiones.
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Hay algunos departamentos donde se está avanzando también en NautiGLP, pero necesitamos más c
claridad sobre qué se espera.
Por todo esto necesitamos un Plan de Abastecimiento para saber hasta dónde debemos avanzar.
DANIELA MORALES SOLER
Periodista de Portafolio
